Sólo tres generaciones de júniors en la historia del baloncesto español pueden presumir de ser de oro. Dieciocho años después de que Pau Gasol, Navarro y compañía inauguraran­ el palmarés Sub-18 ­con el oro de Varna (Bulgaria), conviven en la absoluta representantes de estas tres hornadas. Más aún, la mitad de los jugadores que van a estar a las órdenes de Scariolo en la concentración fueron júniors de oro (10 de 20).

De los pioneros —vencedores en 1998— sobreviven cuatro (Pau Gasol, Navarro, Calderón y Reyes), siendo la del 80 la generación más exitosa del básquet nacional. Nueve de los doce jugadores de aquel Europeo han sido internacionales: aparte de los cuatro de ahora, Raúl López, Cabezas, Berni, Germán Gabriel y Bueno.

Tuvieron que pasar seis años para que otra camada, con Vidorreta (ahora ayudante de Scariolo) a los mandos, subiera a lo más alto. Sergio Rodríguez fue el máximo asistente en el Europeo de Zaragoza. Llull,­ un año menor y con algunos centímetros menos (no llegaba al 1,80), también estuvo en el éxito de 2004.

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Los últimos en conseguirlo, y también en sumarse a esta Selección, tenían sólo cinco años cuando Gasol y compañía conquistaron Varna: Vives, Abrines, Dani Díez y Willy Hernangómez (un año menor). En 2011, los cuatro ganaron el oro en Polonia con Guil en el banquillo y Abrines como MVP.

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En la lista definitiva podría haber ocho júniors de oro: los cuatro pioneros, los Sergios, Willy Hernangómez (si Marc no llega) y Abrines. Hasta que Scariolo dé la lista, los diez comparten experiencia olímpica y un sueño: conseguir la tercera medalla seguida en unos Juegos. Río espera.