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ESPAÑA-SERBIA (19:15, LA1)

España, a superar el síndrome Sancho Lyttle en el debut

Serbia, campeona de Europa con dos jugadores de talento como Dabovic y Sonja Petrovic, rival durísimo en el inicio. Ndour, relevo de Lyttle y esperanza.

Rio de JaneiroActualizado a
La Selección durante un entrenamiento.
RAFA APARICIODIARIO AS

España vs Senegal, baloncesto femenino en Río 2016 en directo

A España le dieron un golpe bajo el 17 de julio. Sancho Lyttle se fracturó el dedo de un pie y se anunció su baja para los Juegos. De aspirante a medalla, la selección de Lucas Mondelo ha mudado a incógnita. “Sabemos que somos inferiores físicamente a algunas selecciones pero venimos a competir”, dice en la zona internacional de la Villa Anna Cruz, 107 veces internacional pero en sus primeros Juegos Olímpicos. España se ve obligada, por tanto, a reformular su juego. Astou Ndour, recambio de Lyttle, ha anotado 18 y 16 puntos en los dos ensayos que España ha realizado ante Turquía y Canadá ya en Río de Janeiro. Un buen comienzo.

Con Estados Unidos, derrota salvo milagro, a la vista en la segunda jornada, el debut ante Serbia (14:15 en Deodoro y por La1) se antoja clave. “Después de este partido sabremos dónde estamos”, es el comentario repetido en el vestuario de la selección femenina. Actual campeona del Eurobasket, y con dos jugadoras de nivel altísimo, Ana Dabovic y Sonja Petrovic, los dos equipos admiten que “se tienen ganas”. En España el mando lo asume Laia Palau, una capitana singular que cumplirá 37 años en septiembre y que como explicaba hace pocas fechas a Mundo Deportivo cogerá en un año la mochila y se irá a la liga australiana para surfear de día y entrenar de tarde (“si ganamos medalla me retiro, esa es mi locura”). La otra bandera de la selección es Alba Torrens, “la mejor jugadora del mundo a campo abierto”, según Amaya Valdemoro, que es la mejor española de siempre. La selección española femenina, uno de los grandes hallazgos de la cultura FEB en los últimos quince años, se ha instruido en un espíritu infatigable que resume así de bien Lucas Mondelo: “Nosotros no somos una selección. En cada campeonato nos reinventamos pero la identidad no cambia”. El seleccionador hasta fantasea con la medalla: “Si la ganamos, me pongo peluca”.