SUPERCOPA ENDESA

Bywater reta a los triplistas ACB desde su silla de ruedas

“Ahora me veré con superestrellas, de tú a tú. Es un sueño, una gran oportunidad”, nos cuenta Terry Bywater, jugador del CD Ilunion y una leyenda de su deporte.

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Bywater reta a los triplistas ACB desde su silla de ruedas
Raphael Dias Getty Images

Terry Bywater tiene 33 años y unas espaldas anchísimas. Acaba de colgarse en Río una medalla de bronce paralímpica con Gran Bretaña en baloncesto en silla de ruedas. La Selección española, que firmó un torneo extraordinario y ganó adeptos para este deporte, fue plata. Bywater vive en España, ya que pertenece al CD Ilunion de Madrid. Y este sábado (18:00, #0 y Movistar Deportes 1) verá cumplido un sueño: participar en el concurso de triples de la ACB frente a seis jugadores profesionales (Billy Baron, UCAM Murcia; Jaycee Carroll, Real Madrid; Alberto Corbacho, Obradoiro; Francisco Cruz, Fuenlabrada; Marcus Eriksson, Barcelona, y Kyle Kuric, Gran Canaria) y una jugadora, Silvia Domínguez, del Perfumerías Avenida de Salamanca.

Es un sueño poder unir durante un rato el baloncesto en silla de ruedas y el baloncesto, y solo puedo dar las gracias por esta oportunidad –nos cuenta Terry Bywater-. Ahora me veré con superestrellas en la pista, de tú a tú, pero si meto un triple y ellos 25 me sentiré feliz por la oportunidad. Me da un poco de respeto, aunque vengo a disfrutar de una ocasión única”. Este viernes, en la ronda de entrenamiento que presenciamos, sumó 18 puntos de 30 posibles. No está mal, nada mal.

La ACB barajó ampliar el minuto disponible para que lanzara sus 25 balones, pero Bywater no quiere ventajas, desde pequeño aprendió a superarse, a saltar muros y alcanzar retos. Una vida ligada al deporte, porque, como repite, no es un discapacitado, “sino un atleta”. No hay más que verle y escucharle: “He estado entrenándome y con 60 segundos tengo suficiente. Hay ocho jugadores y ocho oportunidades de triunfo. Dependerá de quién tenga el día caliente. Yo no me puedo apoyar en las piernas, no tengo el impulso de Carroll, por ejemplo, ni puedo lanzar tan rápido, pero lanzo tranquilo y tengo mi ritmo. Si intentara forzar, cambiaría la técnica y bajarían mis porcentajes. Será más difícil, pero llevo casi veinte años lanzando desde aquí abajo. Necesito más fuerza para impulsar el balón, pero no pasa nada”.

Como buen inglés, Bywater empezó dándole patadas a un balón, al de fútbol, claro. “Hasta los 12 años no comencé con el baloncesto en silla de ruedas”, explica. “Antes estaba volcado con el fútbol. Siempre fui seguidor del Middlesbrough, el equipo de mi ciudad, y ahora soy un poco del Madrid. Pero aunque podía jugar, porque puedo andar, tenía muchas limitaciones, imposible competir para intentar ser profesional”.

El concurso de triples será el broche a un verano feliz: “Perdí con Gran Bretaña ante España en las semifinales paralímpicas, ante mis amigos, y estoy muy contento por ellos. Al final conseguí el bronce y ellos se colgaron la plata, un subcampeonato mundial importantísimo para tratar de popularizar este deporte. La Liga en España cada día es mejor y sé que algunos jugadores (como Rudy) han practicado con la silla y han comprobado la gran dificultad que tiene. Hay que tener hombros fuertes, soportar los golpes y levantarse rápido. Un deporte impresionante”.

Bywater suma cinco Juegos Paralímpicos, tres bronces (además de tres oros europeos y una plata mundial), y quiere otra medalla más en Tokio 2020: “A ver si llego porque entonces tendré 37 años”. Una leyenda de su deporte que este sábado puede hacer historia en el Buesa Arena, en un concurso de triples en el que Carroll aspira a repetir corona y Silvia Domínguez a dar otro empujón al baloncesto femenino. Lo veremos.