A dos semanas del inicio de la Regular Season, JR Smith seguía sin firmar un nuevo contrato con los Cavaliers. LeBron james, no tan públicamente como hace un año con Tristan Thompson, hacía lobby para que no se estropeara la continuidad del escolta justo cuando este había dado un paso adelante en madurez, responsabilidad y una visión integral de su juego y su rol en un equipo campeón. El talento, nadie lo dudaba, siempre había estado ahí. Una vez atado JR Smith (al final a precio alto: 57 millones por cuatro temporadas), los Cavs (y LeBron) pueden respirar tranquilos: serán el mismo equipo en las líneas maestras que orquestó en las pasadas Finales una de las mayores sorpresas de la historia de la NBA.
Por lo demás, los de Ohio pierden en el puesto de base sin Matthew Dellavedova y Mo Williams, el primero poco más que una referencia espiritual en las pasadas Finales, y añaden una lista de secundarios en la que sobresalen Chris Andersen, que ya ha demostrado que puede ser útil en equipos conformados en torno al estilo de LeBron (aunque tiene ya 38 años…), y Mike Dunleavy, otro veterano (36) que, si el físico aguanta, tendrá un buen montón de tiros liberados.
Con Tristan Thompson convertido ya en parte del núcleo esencial, la gran incógnita volverá a ser Kevin Love, salvado por el anillo y su sorprendente esfuerzo defensivo ante Stephen Curry en la penúltima posesión del séptimo ante los Warriors. Más allá de eso, Love sigue siendo un jugador carísimo y al que los Cavs no terminan de encontrar acomodo, sentido o ambas cosas. Si su integración sigue siendo tan poco convincente, podría volver al corazón de los rumores de traspaso cuando se acerque febrero. Por ahora seguirá siendo un cuestionable factor X en un equipo en el que, ya se sabe, LeBron James y Kyrie Irving pueden dominar y ganar cualquier partido cuando se ponen a ello. La prueba, en el milagro de las últimas Finales.
Con 39 años, Lue cogió a un equipo que empezaba a sucumbir a la presión y a la desconfianza entre plantilla y David Blatt y lo convirtió en un campeón absolutamente improbable a la vista, al menos, del rival que tenía enfrente en la Final. Amigo de los jugadores, transformó el ambiente del vestuario, que nunca casó con Blatt y que parecía en disolución tras la derrota en las Finales anteriores con los Warriors, pero también demostró pericia táctica y experiencia, la que dan sus dos anillos como jugador con los Lakers. En sintonía con LeBron y con todos en la estructura jerárquica de los Cavaliers, las cosas pintan de maravilla para Lue, incluso con la sombra que se cierne desde Oakland…
La estrella: LeBron James
Las estadísticas de LeBron en las dos últimas Finales de la NBA, una ganada y otra perdida por sus Cavs:
Cuando parecía que su época declinaba mientras ascendía la siguiente generación, con Curry a la cabeza, LeBron emergió hasta recuperar el trono de la NBA. En busca de su séptima Final consecutiva, juega para resolver su lugar entre los más grandes de la historia, lugar al que pertenece ya sin casi opción al debate tras su sobrehumana demostración en la remontada ante los Warriors. Seguramente dosifique sus minutos más que nunca y pase por la Regular Season en velocidades intermedias. Pero cuando lleguen los playofffs…. ¿Qué entrenador preferiría tener a otro jugador en lugar de a él en su plantilla?
