El partido arrancó con un triple de Pau Gasol y un 8-0 de parcial para los San Antonio Spurs que cerró otro triple, esta vez de LaMarcus Aldridge. Y de ahí a la peor primera parte encajada por un equipo de Popovich en sus 21 años en Texas. La NBA... 

Segunda noche de back-to-back para ambos equipos, un detalle del que se quejó públicamente Doc Rivers tras el partido ("Esto no debería pasar. En el tercer cuarto los jugadores no podían ni andar. Un partido de televisión nacional entre dos grandes equipos se debería jugar con un día de descanso", dijo el técnico según recoge ESPN), y segunda derrota consecutiva de los Spurs (5-2) en su casa. Han leído bien: los pupilos de Popovich, que la temporada pasada solo perdieron un partido en su pabellón, acumulan dos tropiezos consecutivos (Jazz y Clippers), los mismo que habían concedido en el AT&T Center en los 600 días anteriores. Lo dicho: la NBA...

Al parcial inicial de los Spurs respondieron con velocidad y acierto los Clippers (16-8) y nunca miraron atrás. Cada viaje hacia el aro texano se convertía en puntos, sobre todo si el balón pasaba por las manos de Blake Griffin. El ala-pívot cuajó su mejor partido hasta ahora con 26 puntos (28 totales) en una primera mitad histórica: 73-55 para los visitantes. Nadie había anotado tanto ante un equipo de Popovich. Jamás.

Con los titulares claramente superados (11 de Pau, 19 de Aldridge y 14 del peor Kawhi de la temporada), lo intentaron los suplentes. Pero ni los buenos minutos de Laprovittola (11+5 y tres triples) sirvieron para reducir distancias ante un ataque angelino (5-1, primeros en el Oeste con los Thunder) que no paraba de golpear. 16 de Crawford, 13 de Mbah a Moute, 15 de Speights, los 28 de Griffin y nueve de un Chris Paul que se quedó otra vez a nada del triple-doble: 9+8+11. Una auténtica paliza. Muy difícil recordar a unos Spurs tan superados sobre el parqué.

Pau, entre los más grandes

Kareem Abdul-Jabbar (5.660), Wilt Chamberlain (4.643) y Vlade Divac (3.541). Casi nada...

En unos Spurs irreconocibles, Pau Gasol solo pudo sumar una asistencia, pero no necesitaba más para entrar en uno de los clubs más selectos de la historia de la NBA. Con su pase de canasta del sábado, el español se convirtió en el cuarto siete pies de la historia que alcanza las 3.500 asistencias. Mejor compañía, imposible.