OKLAHOMA CITY THUNDER 117-ORLANDO MAGIC 119

La venganza de Ibaka ante los Thunder: 31 y canasta ganadora

El ala-pívot de Orlando Magic logró su máxima anotación personal en la NBA y sentenció a OKC en el último segundo. Westbrook, increíble: 41 tantos, 12 rebotes y 16 asistencias.

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NBA

"No voy a mentirte, te sientes muy bien". Serge Ibaka estaba feliz tras su partido contra Oklahoma City Thunder. Y no era para menos. El hispanocongoleño de Orlando Magic firmó en la victoria frente a su exequipo (117-119) el mejor partido de su carrera en la NBA: 31 puntos, la máxima anotación en sus ocho temporadas en la Liga norteamericana. En los 533 encuentros previos a este, el techo de Ibaka estaba en 27: en dos ocasiones contra Golden State Warriors (2015 y 2016) y en una ante Houston Rockets (2014).

Pero la importancia del internacional español no estuvo sólo en esa cantidad de puntos, sino que dos de ellos fueron la sentencia de muerte para OKC. Todo empezó a 11 segundos para acabar el duelo, cuando Westbrook falló un lanzamiento con empate a 117. El rebote cayó en manos de Elfrid Payton y la franquicia de Florida pidió tiempo. El plan se elaboraba en el cerebro de David Joerger e Ibaka iba a ser el ejecutor. "El entrenador dijo mi nombre y yo estaba listo. Trabajo en mi tiro cada noche, cada verano, así que estaba preparado para hacer la jugada", comentó un ala-pívot que se alzó con el balón a 1,4 segundos del final con Steven Adams a su vera. Pero dio igual. La pelota subió lenta y cayó a plomo dentro del aro rival a 0,4. Punto, set y partido para los Magic. Cuarto triunfo tras 10 partidos y después de tres derrotas consecutivas. 

Para llegar a esa fotografía, la franquicia de Florida tuvo que hacer frente al huracán Westbrook. Una bestia sin corazón, sin compasión y con la voracidad de un MVP en potencia. Sus aspiraciones para ese galardón dependen del recorrido de Oklahoma durante la Regular Season y de sus actuaciones individuales, vamos, las estadísticas. El frío dato. La primera condición es una incógnita, pero la segunda es claridad absoluta: nadie va a hacer lo que va a hacer él. Esta madrugada alcanzó, de nuevo, un triple-doble con 41 puntos, 16 asistencias y 12 rebotes. Lo que para cualquiera es un trabajo mayúsculo, para él es una rutina. ¿No me creen? Es el tercero que alcanza esta temporada y sólo Harden (dos) y LeBron (uno) han cosechado esa proeza. ¿Más? Lleva 40 en su carrera, siendo el segundo jugador en activo con más triples-dobles tras los 43 de LeBron James. Además, ha llegado hasta ese nivel con 40 o más tantos en cinco ocasiones, dos más que cualquier otro jugador desde 1986. Casi nada.

Contra ese animal de la naturaleza, superdotado en una pista de baloncesto, tuvieron que hacer frente unos Magic que son inestables durante 48 minutos. Es un proyecto en creación sin ningún otro destino que ver qué hacer con su vida. Es difícil admitirlo, pero no está muy claro que quieren hacer. Sin embargo ahí están, tomando Oklahoma en un partido que acabó igualado, pero que les tuvo con 21 puntos arriba en el segundo cuarto (17-38) tras dos tantos del ex ACB Bismack Biyombo (5). Al descanso, los Thunder, que contaron 19 minutos con Abrines (7), se recompusieron para reducir esa diferencia a sólo 10 (47-57). Ibaka, en ese instante, ya llevaba 19 puntos... Los Thunder (fatal desde el perímetro: 7/25 por el 11/24 de los Magic) se recuperaron completamente a 1:35 de acabar el tercer cuarto (80-80) para comenzar el último y definitivo dos arriba (84-82). Aunque todo daría igual, pues la decisión final estaría en el segundos finales y ahí Ibaka dictaría sentencia.