TIMBERWOLVES 125 - LAKERS 99

Wiggins (47) se reivindica con una noche monstruosa; Ricky, 10+10

El alero anotó sus puntos, los de LaVine y Muhammad (rodillas) y los de algún compañero más. Victoria importante sobre los Lakers.

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NBA

Los 50 de Anthony Davis, los 51 de Westbrook (y sus habituales triples-dobles...), las barbaridades constantes de DeRozan y el nuevo Harden, la primera semana de Kawhi, los triples desde el logo de Lillard, la fuerza con la que guía a los Bulls Jimmy Butler, el Big Three de los Cavs, el Big Four de los Warriors... Y sí: ¡los 47 de Andrew Wiggins! Qué espectáculo. Qué arranque de temporada estamos viviendo.

La NBA es puro espectáculo. No me canso de repetirlo. Y lo cierto es que, sin olvidar a los grandes mitos (nunca), el pasado no siempre fue mejor. Claro que hubo mejores equipos, mejores jugadores y mejores actuaciones, pero... ¿tanto/tantas en tan poco tiempo? Vivimos una época especial en el mundo del baloncesto, una que sin duda recordaremos y valoraremos como se merece cuando el paso de los años nos lleve de manera inevitable a visitar los valles que rodean la cima de esta montaña. No sabemos dónde acaba -esperamos que nunca- porque lo impiden las nubes. Y tampoco nos preocupa en exceso porque estamos disfrutando una barbaridad del camino.

Vuelvo a Minnesota antes de perderme. Thibodeau necesitaba esta victoria. Con un récord de 2-6 y otro equipo joven delante que prometía menos pero ha demostrado más (hablo de esta temporada), los Wolves pegaron un zarpazo necesario para no caer demasiado pronto el pozo. Sin los puntos de LaVine y Muhammed, los locales se vieron obligados a cambiar el planteamiento: ascendieron a un Bjelica que aprende rápido (titular, cinco triples y 24 puntos, la mejor marca de su carrera), otra prueba de que Dunn está verde, hicieron lo propio con Payne para la segunda unidad (10 puntos) y, con un Ricky Rubio muy acertado en la dirección (10+10), se dejaron llevar a lomos de caballo ganador. En este caso, Andrew Christian Wiggins.

Confieso que he dudado de él y que, muy probablemente, lo seguiré haciendo (sobre todo por lo poco que le gusta el pase y sus dificultades para aportar cosas al juego colectivo). Pero hasta el que duda se rinde ante una actuación como la de ayer: una auténtica exhibición. El ex de Kansas y número uno del Draft de 2014 se fue hasta los 47 puntos, superando con solvencia la mejor marca de su carrera profesional (36). Y lo hizo de forma eficiente: 14/21 en tiros de campo y 22 viajes a la línea de personal para destrozar a unos Lakers que, esta vez, no encontraron respuesta.

Lou Williams lideró un tímido intento de remontada con 13 puntos en el último cuarto, pero nadie podía frenar el huracán Wiggins. Felicitado por todos, abrazado por Towns (22+12) duchado en mitad del parqué por su compañero Zach LaVine... Y todo con la misma sonrisa de oreja a oreja que brilla en la cara de un niño con juguetes nuevos. Aún tiene 21 años.