Real Madrid - Unics Kazan

Tras ser destituido del Barcelona a finales del pasado mes de junio, Xavi Pascual (Gavá, Barcelona, 1972) encontró no hace ni un mes acomodo en el Panathinaikos griego. Desde su llegada, el club griego ha ganado seis de sus siete compromisos (3-1 en la Euroliga). Con motivo de su visita a Madrid, donde hoy se mide al Real en el WiZink Center (21:00 Movistar Deportes 1 y E3), el técnico catalán atendió a AS en el hotel de concentración de su nuevo equipo.

Regresa al Palacio, escenario de su último partido con el Barcelona.

Hoy me decían que he disputado 58 encuentros contra el Real Madrid como entrenador del Barcelona. Imagínese si no tengo recuerdos... Algunos son buenos y otros no tan buenos. Ese fue el último, pero la página está pasada. En la pasada temporada quedamos 4-4.

Laso ha dicho que no tiene dudas de que usted tendrá mucho éxito en el Panathinaikos.

Desconocía que había dicho eso. Tenemos muy buena relación, siempre la tuvimos. Le tengo muchísimo respeto; es un gran entrenador que ha conseguido cosas grandiosas. Le agradezco sus palabras y estoy seguro de que hoy charlaremos un poco.

¿Cómo ve ahora su salida del Barcelona?

Globalmente viví una etapa muy exitosa en el Barcelona, excepto los dos últimos años. Conseguimos muchísimas cosas, pero todo esto forma parte del pasado. Ahora estoy centrado en mi nuevo club.

¿Cambiaría algo de sus últimos dos años en Barcelona?

No. Además, no le doy vueltas a nada: es pasado. No hay que pensar más en ello. No tengo ninguna intención de intentarlo recordar ahora.

¿Sigue en contacto con alguien del club o de la plantilla?

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Lógicamente.

¿Se entienden las críticas en equipos como el Madrid y el Barça que lo han ganado todo?

Sí, desde la naturalidad. Vivimos en sociedades en el que es todo o nada, donde prima la inmediatez de las cosas. La gente está acostumbrada a apretar un botón y que las cosas vayan muy rápido. Vivimos en ese perfil de mundo y, por lo tanto, hay que afrontarlo con naturalidad. La gente quiere ganar y ya está.

Usted que le conoce bien, ¿queda Navarro para rato?

En los últimos años se ha cuidado muchísimo. Por eso está ahora donde está y al nivel que está. Tanto personal como profesionalmente Navarro es de lo mejor que me ha pasado en la vida como entrenador.

Entrenó a Ricky Rubio. ¿Le recuerda Doncic a él?

Es un chico con un talento único para la edad que tiene (17 años). Por su presencia y la forma de ver el juego me recuerda a cuando tuve a Ricky tan pronto, en el año que conseguimos ganar la Euroliga. Tenía una capacidad fuera de lo común para su edad. La emergencia y el impacto que desprende Doncic me evoca aquella etapa con Ricky.

¿Cómo gestiona un entrenador a estas promesas? ¿Se hace mas hincapié en el aspecto psicológico?

No, en todos los aspectos. Son chicos normalmente muy equilibrados, por eso son lo que son. El entrenador les intenta enseñar a entender mejor los partidos y comprender las situaciones, a diferenciar los momentos: lo que está bien de lo que está mal. Hay que estar pendiente de ellos, pero dejándoles su espacio para que puedan fluir.

¿Qué tal su vida en Grecia?

La afición y el club me han recibido de una manera increíble. Llevo 25 días y estoy muy contento, la adaptación está siendo muy rápida y buena.

¿Con la pasión con la que se vive allí el baloncesto, es mayor la presión en el Panathinaikos que en el Barça?

Es parecida. El ADN del club es ganador y eso hace que se sienta la necesidad de tener que ganar siempre. Me siento cómodo con este tipo de mentalidad.

El viernes se mide al Olympiacos, el Clásico de allí.

Este tipo de partidos se viven allí con más fervor aún. Esta semana el baloncesto en Grecia está focalizado en ese duelo, pero ya habrá tiempo de pensar en él. Por la forma de vivirlo tiene matices de final.

¿Qué se puede hacer para frenar las fugas de jugadores y talento europeo a la NBA?

Se pueden hacer muchas cosas pero todos los clubes deben ponerse de acuerdo en el mismo camino. Estoy seguro que la gente con responsabilidad está haciendo ya eso, pero no es mi caso.

Dijo en RAC1 hace unas semanas que no todos los equipos de la NBA ganarían la Euroliga. ¿Podría explicarse?

Dije una frase que es la que pienso exactamente. Creo que no todas las franquicias podrían meterse en este formato de la Euroliga y ganarla seguro. Lo siento así. Pero tampoco dije que los clubes de Europa se estén acercando a los equipos punteros de la NBA, ni mucho menos. Como el peor de allí no ganaría siempre la Euroliga.

¿Cómo ve el nuevo formato de la Euroliga?

El calendario es muy duro. Hay muy poco tiempo para entrenar y preparar las cosas. Más en mi caso, que al llegar en mitad de la temporada no pude marcar las líneas a seguir en la pretemporada.

¿Es está la solución, crear una liga fuerte europea por encima de la ligas domésticas, para poder competir con el poder de la NBA?

No lo sé. Sobre este tipo de cosas he hablado mucho en el pasado y mis palabras siempre han quedado en el olvidado. No quiero volver a entrar en este tipo de valoraciones que luego no sirven de nada. Aún menos con las ventanas FIBA, otro jardín importante (ríe).

Ese olvido que menciona, ¿es una de las causas de los problemas que vive el baloncesto europeo, como la guerra FIBA-Euroliga?

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Sin duda. Pero yo sólo soy entrenador. Puedo tener opinión y la he dado. Pero ahora que vuelvo a entrenar ya es diferente.

Ahora que ya no está en la Liga Endesa sí que podría ser seleccionador...

Ahora sí. No sólo español, sino de cualquier otro país.

Con las últimas elecciones en Estados Unidos hemos visto como sus jugadores y figuras más relevantes de su deporte no tienen reparos a la hora de posicionarse políticamente. ¿Por qué no pasa esto aquí en Europa? ¿Hay miedo a la crítica? 

No soy el más adecuado para responder a esto. Supongo que la cultura de aquí es diferente a la de aquí. No creo que sea miedo a la crítica, porque en la persona pública esta aparece hasta por caminar, por todo lo que haces. Creo que va más en la dirección de que mucha gente no encuentra que sus palabras sean relevantes para algo positivo.