Sudando la gota gorda y ante rivales de perfil más bien bajo: todo lo que se quiera, pero los Grizzlies de Marc Gasol han ganado tres de los cuatro partidos que han jugado por ahora sin Mike Conley (y, obviamente, sin Chandler Parsons). Un colchón de victorias, como sean y contra quien sean, esenciales si quieren seguir en la carrera por los playoffs cuando vuelva el base. Vaya si lo están, por ahora: 14-8, en quinta posición del Oeste. Su víctima en un duelo épico que se resolvió tras dos prórrogas (108-110), New Orleans Pelicans, encajó su tercera derrota seguida y se cae de una fiesta a la que estaba a punto de ser invitado (7-15 ya).

Fue un duelo ante el espejo: dos equipos plagados de bajas, jugando al límite de sus fuerzas y tratando de ir más allá de sus limitaciones. Y pocos han hecho eso tan bien como los Grizzlies en los últimos años. Los Grizzlies de Marc, decíamos, y decíamos bien: 28 puntos, 11 rebotes, 11 asistencias. Y un dato:

Solo hay dos jugadores en la historia de los Grizzlies con más de un triple-doble y son los hermanos Gasol, Pau y Marc.

Marc Gasol sacó a su equipo de lo que parecía una derrota cantada y jugó y jugó hasta que cedió un rival que venía de perder en Oklahoma la noche anterior y en el que Anthony Davis peleó hasta límites emocionantes: 28 puntos, 17 rebotes y 4 tapones en casi 49 minutos. En unas 26 horas, Davis ha jugado más de 90 minutos con un tobillo muy tocado. Y su equipo, con solo nueve jugadores operativos, sigue siendo incapaz de capitalizar sus descomunales esfuerzos.

Esta vez los Pelicans remontaron 10 puntos en los últimos tres minutos y ganaban 94-91 antes de que Marc Gasol anotara un tremendo triple (3/6 esta vez) tras botar y dar un paso atrás para empatar a falta de 8 segundos. Después, en la prórroga fueron un triple de Troy Daniels (ojo: 7/11 para 29 puntos y 13/23 desde la línea de tres en los dos últimos partidos) y un tapón del propio Marc los que forzaron el segundo tiempo extra, en el que otra vez Marc Gasol (Marc, Marc, Marc, Marc…) anotó la que sería canasta decisiva con un fade away a falta de 1:16 y se encargó después de cuerpear en la zona a Anthony Davis para sellar un triunfo que dependió en todo caso de un triple final fallado por Langston Galloway, que había anotado hasta esa última jugada 6 para 26 puntos total. Pero sin Jrue Holiday y tras otra recaída de Tyreke Evans, parece humanamente imposible que Anthony Davis puede llevar más allá a estos Pelicans, por mucho que promedie 31,8 puntos, 11,2 rebotes, 2,3 asistencias, 2,8 tapones y 1,8 robos.

Del mismo modo que ahora mismo parece difícil que Marc Gasol (18,4 puntos, 7,7 rebotes, 3,9 asistencias y 1,7 tapones) se quede fuera del que podría ser su tercer All Star. El español lidera a estos Grizzlies azotados por las lesiones en defensa y ataque y sigue con su impresionante transformación como tirador: casi un 43% en triples lanzando 3,5 por noche: 30/70 en 20 partidos de esta temporada, 12/65 en sus ocho años anteriores en unos Grizzlies para los que Marc es, y más en este tramo sin su inseparable Mike Conley, absoluto santo y seña.