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KHIMKI 99 - BILBAO BASKET 78

El Bilbao cae aplastado en Moscú y depende del Lietuvos Rytas

Los vizcaínos se arrodillaron ante un rival que sacó a sus estrellas y el partido se acabó a los seis minutos. Si el Fuenlabrada gana a los lituanos en su pista pasan ambos

BilbaoActualizado a
El Bilbao cae aplastado en Moscú y depende del Lietuvos Rytas

Auténtica carnicería en Moscú. El Khimki tiró de galones y troceó en filetes al Bilbao, los pasó por la sartén y se los comió sin compasión. Toda la segunda parte fue cosmética, labor de maquillaje, de demostrar algo de casta por parte de un RETAbet que se arrodilló desde el inicio tan tembloroso como cuando vio aparecer por Miribilla al Madrid el pasado domingo (al menos aquí sí pudo competir luego). En la primera incógnita de la ecuación salió cruz. Si ganaban se metían en el Top-16 pero ahora deben esperar la victoria del Lietuvos Rytas, clasificado por obra y gracia del resultado en Rusia, en Fuenlabrada. En realidad esta situación agónica no es de hoy, aquí no estaba la guerra, viene labrada en una fase regular muy floja, una tortura en un lote que sí, es más poderoso que otros de pacotilla en el torneo, pero ha desarrollado un triste deambular del equipo de Miribilla, quitando la reacción de raza en Berlín y la estocada en casa a un Fuenlabrada desarmado de Popovic.

El partido del Basketball Center se resume en un detalle, que puede parecer insignificante pero no lo es: ante el Alba Ivanovic se guardó a Shved, fue exprimiendo pocos resortes claves, pero ante el Bilbao puso a la superestrella de inicio, casi todo el tiempo en el puesto de dos, y no concedió ni una. se supone que lo mejor es competir cuando el domingo te juegas mucho ante el CSKA en la VTB. Se soltó la coleta, nunca mejor dicho. Y si el Khimki no pone nada de su parte, esto es, sale al parquet con todos sus cracks aunque sea al tran tran, no hay equipo en la segunda competición europea que se le resista. Y menos este Bilbao que viaja últimamente cogido con pinzas. Fue un encuentro con 30 minutos de la basura, récord en mucho tiempo. Salió Lapornik de cara para tratar de meter defensa, pero daba igual.

Tras un 0-5 que abrió bocas de sorpresa entre los pocos que poblaban la platea, el Khimki sacó sus tanques a funcionar y se fue a un 24-7. Lo normal habría sido endurecer el partido, demostrar quién se jugaba la vida, pero no hay fuerzas ni mente para eso ante el catálogo de músculo que maneja Ivanovic. Al final del primer cuarto los bilbaínos llevaban seis pérdidas, más que faltas: cuatro. Eran un coladero, frustrados por no meter y de huelga en campo defensivo. Duran acabó pidiendo disculpas a la afición, resignada a miles de kilómetros.  A 100 puntos, como con el Madrid, no hay quien le eche el lazo al rico club ruso. Duran hizo rotación completa a los ocho minutos pero no había por dónde cogerlo. La mente de sus chicos estaba ya en Fuenlabrada y, también en Murcia, donde el sábado se juegan parte del billete para la Copa. Shved volvió a bordarlo, como en la ida en La Casilla, y el alto ritmo, ante una defensa de mantequilla, les iba bien. Bandejas, mates, jugadas en uno contra uno hasta la cocina para doblar al exterior... 6/6 llegaron a tener los locales en esa línea lejana. Tabu no podía coger el ritmo adecuado y la distancia se estiró a los 32 (69-37). Lleno de impotencia, Mumbrú tuvo un rifirrafe con Boungou-Colo, castigado con antideportiva. Doce jugadores divirtiéndose con pases de fantasía, hasta por debajo de las piernas, y once al otro lado sudando tinta para malvivir sobre la madera (los cincos dieron algo de puntos y hasta se permitieron el mínimo lujo de ganar el tercer cuarto). Ahora sólo queda encomendarse a la Amatxu de Begoña para que impulse al Lietuvos ante el Fuenlabrada.