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Más estrellas por menos dinero: el milagro de Griffin en los Cavs

David Griffin apunta a Ejecutivo del Año después del lavado de cara que le ha dado a la plantilla más cara de la historia tras las quejas de LeBron.

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Más estrellas por menos dinero: el milagro de Griffin en los Cavs

La primera conclusión de lo que ha sucedido en las últimas semanas es que LeBron James se carcajeará muy fuerte cuando se abran debates sobre si sus salidas de tono y sus llamadas de atención a la franquicia generan buen o mal ambiente, son beneficiosas o perjudiciales… La segunda, que mientras que en enero parecía que la NBA se inclinaba definitivamente hacia la Bahía de San Francisco, ahora el campeón se alza desde Ohio con sus propias razones para sentirse favorito. Y para que se le perciba así, más después de la lesión de Kevin Durant. Todo cambia y puede seguir haciéndolo a casi tres meses de que se juegue el primer partido de las Finales 2017 de la NBA. Pero el hecho es que a un enero cerrado en 7-8 (una rareza exótica para un equipo de LeBron), con sensaciones terribles y el Rey enfadado con el mundo, le siguió (antes de este Marzo en el que ya hemos tenido su récord de 25 triples) un febrero en 9-2 para unos Cavaliers que no contaron con LeBron en la segunda derrota, ante Chicago Bulls.

Los Cavs metieron en febrero 117,4 puntos por partido, récord en un mes natural para la franquicia (117,2 en octubre de 1979). Justo antes, LeBron llamó a Tyronn Lue y le pidió que volvieran a su estilo más básico y efectivo en defensa para conseguir así que la energía fluyera también en ataque. Hasta entonces, Lue se había enredado en probaturas y experimentos defensivos en función de rivales y situaciones. El cambio, ese back to basics, funcionó a la perfección. Y LeBron, cada vez más contento, siguió acumulando lo que desde fuera parecen demasiados minutos pero promedió 25,9 puntos, 7,2 rebotes, 10,6 asistencias, 63% en tiros y 56,8% en triples. En el marzo que han comenzado 1-1 tienen 12 de sus 17 partidos a domicilio con salidas peliagudas y un tramo de seis sobre siete totales fuera de su pista en solo menos de dos semanas. Ese será ya problema para los nuevos Cavs, los que ponen a David Griffin como claro candidato (lo que hasta Navidad era Daryl Morey) al premio de Ejecutivo del Año.

Porque Morey ha convertido básicamente a Mike Dunleavy, Chris Andersen, Mo Williams y Jordan McRae en Kyle Korver, Derrick Williams, Andrew Bogut y Deron Williams.

Y este es el roster ahora mismo de los Cavs. El más caro de la historia desde el verano, pero uno con casi todas las variantes imaginables ahora:

Base: Kyrie Irving, Deron Williams, Kay Felder

Escolta: JR Smith, Iman Shumpert, DeAndre Liggins

Alero: LeBron James, Kyle Korver, Richard Jefferson, James Jones

Ala-pívot: Kevin Love, Channing Frye, Derrick Williams

Pívots: Tristan Thompson, Andrew Bogut

Es verdad que los Cavaliers no han parado de gastar dinero desde que regresó Lebron, y que este ejerce el suficiente efecto de atracción para facilitar el trabajo de reclutamiento. Pero no creo que en este caso haya que quitar mérito a Griffin: los Cavaliers (con el cap en 94) rozaban los 130 millones en salarios con 32,4 de impuesto y esas cifras han bajado a casi 128 y 26,7. Prorrateando contratos mínimos de veterano (1,55 millones) Andrew Bogut cobrará unos 380.000 dólares (casi 850.000 de cargo con el impuesto), Deron 410.000 y Derrick Williams, unos 365.000 tras pasar la prueba en dos contratos de diez días: 24 minutos de media con 10,3 puntos, 3,1 rebotes, 56% en tiros y 43% en triples. Es, con 25 años, un número 2 de draft (el de Kyrie, además) en busca de redención (cinco equipos en seis años). Kyrie, Bogut y LeBron son números 1, Deron número 3, Thompson 4 y Kevin Love, 5.

Los Cavs recuperarán en cuestión de días a JR Smith y para los playoffs a Kevin Love. Han añadido a uno de los mejores tiradores de la historia (con 35 años), un base que (hace mucho, eso sí) pintaba a all star perenne y un pívot que les puede dar minutos de máxima calidad (defensa, intimidación, bloqueos, pase…) y que además supone un nubarrón en la conciencia colectiva de los Warriors. Así que el trabajo de Griffin es intachable, empezando por detalles como consultar a Kyrie Irving antes de despedir a McRae por la excelente relación que les une o no cortar a Mo Williams y Chris Andersen para evitar cargos en la multa de impuestos y encontrar traspasos que incluso le dieron una segunda ronda (en el caso de Andersen). Por Korver hubo que deshacerse de la primera de 2019, pero desde luego era un trato muy ventajosa… y el pick tiene protección top-10.

La claridad con la que han actuado los Cavs, que hace un año dejaron escapar en circunstancias similares a Joe Johnson, resulta desde luego admirable. LeBron James y Kyrie Irving sonríen de oreja a oreja y por fin han acordado con Lue un plan de descansos en estas menos de seis semanas que nos separan del inicio de los playoffs. Y mientras, el aro se minúsculo para los Splash Brothers y Kevin Durant mira con angustia el calendario ante sus apretados plazos de recuperación. Cuesta no sentir ahora mismo favoritos a los Cavaliers (aunque hace un año por estas fechas parecía imposible que no fueran campeones los Warriors…) pero, sobre todo, lo que realmente cuesta es no tener a David Griffin en la pole position para ser Ejecutivo del Año.