Los Lakers siguen perdiendo partidos y poniéndose en manos de un próximo draft que es lo mismo que ponerse de los nervios: su pick de primera ronda tiene protección top 3 así que a partir del número 4 se irá a los Sixers. Mientras las excelentes sensaciones con las que debutó Luke Walton en el banquillo se disuelven, los angelinos se quedan con sus buenas intenciones y con lo que poco a poco van solidificando Brandon Ingram (19 años) y D’Angelo Russell (21 recién cumplidos). Así las cosas, la mejor noticia ha sido la llegada a los despachos de Magic Johnson en detrimento de Mitch Kupchak y sobre todo de Jim Buss, hermano de Jeanie y hasta hace poco la otra gran cabeza visible en la jerarquía de los Lakers.

Un cambio, Magic por Jim, que fue celebrado entre los aficionados… pero no en toda la familia Buss, al frente de los Lakers (ahora con un trust que domina el 66% de la franquicia) desde que el Doctor Jerry, uno de los grandes propietarios de la historia del deporte estadounidense, se hizo con ella en 1979. Él unió el nombre del equipo a Hollywood y a aquel showtime liderado por un Magic del que fue inseparable. Jerry Buss hizo especiales a los Lakers y estableció un modelo que se demostró ganador en épocas muy distintas. Falleció víctima del cáncer el 18 de febrero de 2013. Desde entonces, los Lakers han entrado en la etapa más oscura de su historia.

Algo que trata de enmendar Jeanie Buss, una de los seis hermanos (Jim, Johnny, Jeanie, Janie, Jesse y Joey) que, todos ellos, están vinculados con los Lakers de una u otra manera. Especialmente dos: Jim, relegado tras la llegada de Magic de su cargo de vicepresidente de operaciones de baloncesto, y Johnny, que sigue siendo vicepresidente de desarrollo estratégico. Estos dos han dirigido un intento de apartar a Jeanie de los mandos de la franquicia, cargo que ejerce como presidenta y propietaria en la práctica, tal y como siempre quiso Jerry Buss. En los despachos deportivos, Jim ha fracasado aunque fue apartado sin cumplir su palabra de 2014 de irse si el equipo no estaba compitiendo por lo máximo en un plazo de tres años. Junto a su hermano Jonnhy, prepararon una reunión que debía celebrarse el 7 de marzo para proponer nuevos miembros de una junta directiva (formada por cinco integrantes) para la que querían dejar de contar con Jeanie, que no estaba entre los cuatro nombres -dos los suyos propios- que sus dos hermanos pusieron encima de la mesa. Sin esa condición, esta no podía seguir ejerciendo como propietaria.

Jeanie pasó al contraataque con una demanda en la que pedía una orden de restricción para sus hermanos, alegando (y este es el asunto clave) que rompían su obligación de actuar siempre bajo los principios de que Jeanie es la propietaria y de que no pueden obrar de formas que puedan vulnerar esa condición. Eso forma parte del trust que articuló Jerry Buss, que fue el que planteó este principio porque, de nuevo, su intención siempre fue dejar a Jeanie a los mandos.

El asunto se resolvió en la planta sexta de los juzgados de Los Angeles, así que la disputa familiar se convirtió definitivamente en algo público. Los agobados de Jim y Johnny trataron de reconducir la situación alegando que estos no pretendían dañar la posición de su hermana, algo tan difícil de creer que los de esta, por su parte, aseguran que son conscientes de que la batalla legal no ha hecho más que empezar y esperar resolver en mayo y obviamente en los tribunales una situación que puede generar una inestabilidad letal para los Lakers. El principal abogado de Jeanie Buss, Adam Streisand, habló incluso de venganza entre los motivos que habían movido a Jim y fue claro: “Hay que prevenir que se haga un daño irrepa-rable a los Lakers”.

La NBA, como la afición angelina en su mayor parte, también está con Jeanie, expareja de Phil Jackson y aún más fortalecida ahora por la llegada de Magic Johnson, y ha dejado claro que a efectos de la liga es ella la propietaria de los Lakers. Además, ha reconocido su trabajo a lo largo de los años. De lo que no hay duda es de que Jeanie tiene clara cuál es su posición la va a defender con la máxima energía. Y eso, si la alternativa es un complot liderado por su hermano Jim, es una gran noticia para los Lakers.