El deporte un día te da y al siguiente te quita. Que se lo digan a los Thunder, capaces de remontar 21 puntos hace 48 horas en Orlando (la mayor remontada de la franquicia desde su mudanza a OKC) a desperdiciar esa misma renta ante los Spurs esta última noche. San Antonio, a remolque durante toda la noche, únicamente mandó en el marcado en el último minuto. El que único que de verdad importa. Tras el varapalo sufrido ante los Warriors, los de Popovich se resarcieron con un triunfo (95-100) que les otorga su sexto título de división en los últimos siete años, además de asegurarse ya matemáticamente acabar al menos en la segunda posición del Oeste. 

Kawhi Leonard se encargó de despertar a los texanos en el tercer cuarto y sellar la victoria en los últimos segundo con una carrera imparable hacia el aro que convirtió en un 2+1. Roberson trató de pararle, pero acabó arrollado ante el empuje del alero, que volvió a firmar otra noche tan eficaz como espectacular: 28 puntos, 8 rebotes, 2 asistencias, 3 robos, 2 tapones y ninguna pérdida de balón. Acabó imponiendo su ley ante otro de los candidatos en la carrera por el MVP, Rusell Westbrook. El base encadenó su quinto triple-doble consecutivo (32+15+12, lo normal en él vaya) para quedarse a tan sólo dos del récord histórico (los 41 de Oscar Robertson en la 1961-62). Un Robertson que quiere que Westbrook bata una marca que hace unos meses parecía inalcanzable. Decimos parecía, porque a día de hoy lo raro sería que no la pulverizase con siete partidos aún por jugar antes del cierre de la Regular Season.

Pese a ello, y como el resto de los Thunder, Russell fue de más a menos. En esta ocasión no logró impedir el desplome de su equipo cuando mediado el tercer cuarto periodo puso el 69-48 en el marcador. Se atascó en el lanzamiento (8/22 en tiros de campo) y perdió un total de 8 balones. Pero, sobre todo, se llevó un tapón de LaMarcus Aldridge a 11 segundos para la conclusión con 95-96 en el marcador. Todo el mundo lo esperaba, pero en esta ocasión no pudo disfrazarse de superhéroe. "A veces pasa. No siempre puedes ganar un partido", comentaría después.

Sí lo ganaron unos Spurs que apenas fueron por delante en 37 escasos segundos. Suficientes. En la acción anterior al gorro de LaMarcus, este mismo machacó el aro para colocar el mencionado 95-96 en una jugada que tuvo como protagonistas a los otros dos grandes artífices de la remontada: Manu Ginóbili (8 asistencias —su mejor marca del curso— y un +26 con él en cancha —más que nadie—) y Pau Gasol (17+4+4). Otra notable actuación del español que coronó con un triple (2/2 desde la línea) desde la esquina a falta de dos minutos y la posterior asistencia a Aldridge. Con Kawhi, cuatro nombres para resumir lo que son estos Spurs. Un equipo mayúsculo dirigido por un entrenador fabuloso, Gregg Popovich.      

Una curiosidad