ROCKETS 115 - THUNDER 111 (2-0)

Los Rockets ponen el 2-0 pese a un Westbrook histórico: 51+10+13

El base de los Thunder consiguió la máxima anotación de siempre en un triple-doble en playoffs. Harden y cía remontaron 12 puntos en los últimos 15 minutos
Warriors - Spurs: Playoffs NBA 2018, game 1

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"Me importa un carajo mi estadística, perdimos". Así reaccionó a Russell Westbrook cuando un periodista le preguntó por su enésima actuación de otro mundo: 51 puntos, 10 rebotes, 13 asistencias, 4 robos y un tapón. Nunca antes se había llegado a la barrera de los 50 en un triple-doble en playoffs. Es más, ningún jugador alcanzaba los 51 tantos en la postemporada desde que Ray Alllen lo hiciera el 30 de abril de 2009, aún con la camiseta de los Celtics. Otra exageración que, sin embargo, no evitó que los Rockets pusieran el 2-0 en la eliminatoria. James Harden (35+4+8), mortífero desde la línea de personal, llegó más fresco al tramo decisivo que su gran rival por el MVP y contó con una mayor y mejor colaboración de sus compañeros (Gordon, Lou Williams, Beverley). Así se entiende que el marcador final reflejara el 115-111 favorable a los texanos y no el 74-86 con el que los Thunder habían entrado en los tres últimos minutos del tercer cuarto.

El partido fue el reflejo más fiel de lo que hoy en día es el equipo de Oklahoma City. Cuando Westbrook está entonado, los de Billy Donovan son capaces de poner en aprietos a cualquiera. Pero cuando su líder flaquean o no tiene su noche se diluyen como un azucarillo. Nadie más aparece para tirar del carro. Guste o no, la 'Westbrook-dependencia' no es una cuestión sobre la que debatir, es una necesidad. Gracias a la histórica temporada del base los truenos han logrado clasificarse para los playoffs como sextos cabezas de serie. Sin él... estarían viéndolos por televisión. Anoche, tras un escándalo de primera parte (22+8+10 al descanso) y hasta que le acompañó la puntería (13/25 en tiros al término del tercer acto) OKC llevó la iniciativa en el Toyota Center. En cuanto flaqueó (4/18 en el cuarto periodo), Houston asestó el golpe definitivo con un 10-0 de parcial para pasar del empate a 104 al 114-104. Game over. 

Como ya dejó entrever en el primer partido (eso sí, sin querer), Donovan redujo la presencia en cancha de Enes Kanter a la mínima expresión (siete minutos). No les fue mal a los visitantes, que apostaron por Adams y Gibson como dupla interior (si bien entre ambos apenas contabilizaron 48 minutos). Pese a hacerse 'pequeños, dominaron el rebote (especialmente en ataque: 5-17) y cuidaron cada posesión extremadamente bien (apenas perdieron 7 balones en todo el encuentro). Pero no fue suficiente. Se echó en falta que alguien descargara a Westbrook de responsabilidad ofensiva durante ciertas fases. Oladipo volvió a fallar (4/14 en tiros para 11 tantos en 41 minutos) y Roberson, notable en defensa y fundamental cargando el rebote en ataque, no tiene la calidad suficiente para asumir el rol de segunda espada. Desde el banquillo (de nuevo retratado en comparación con la producción de la segunda unidad de Houston) solo McDermott aportó tiro exterior. Abrines disputó 4 escasos minutos. Los Thunder mejoraron su imagen respecto al Game 1, pero se toparon con un equipo mucho más hecho, compacto y mejor dotado de recursos. No hay que darle más vueltas. Es lo que es.

Westbrook

Con la serie mudándose a OKC, los truenos intentarán alargarla ante el calor de su afición. La misma que idolatra a un Russell Westbrook que llegó excesivamente fatigado al desenlace de este segundo asalto. Antes había superado a John Havlicek consiguiendo su sexto triple-doble en 84 partidos disputados en playoffs (aún tiene a siete hombres por delante). También es el quinto que lo consigue llegando a la barrera de los 40 puntos en anotación (y primero que alcanza el medio centenar). Los otros nombres de este club son Oscar Robertson (lo hizo en dos ocasiones), Jerry West, Charles Barkley y LeBron James. Los críticos podrán echarle en cara que los 14 lanzamientos que erró en el último cuarto suponen la cifra más elevada de fallos en cualquier cuarto de la postseason en las dos últimas décadas. Habrá quien opine (quizá con razón) que debería haber tratado de involucrar a algún compañero más. ¿O es que no hay nadie más? Duelos así siempre dejarán una doble lectura. Aunque conviene no olvidar que esta es la apuesta de la franquicia, con la que ha llegado hasta aquí y un cambio a estas alturas de película no es lo más conveniente. Que Westbrook es una desmesura en sí mismo no se puede negar: no se veía a alguien lanzar 43 veces a canasta en los playoffs desde los 43 tiros de Jordan en el tercer partido, tres prórrogas incluidas, de las Finales del 93. Pero esa misma desmesura es la que tapa muchas de las carencias de estos Thunder. No lo olvidemos. 

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