WIZARDS 109 - HAWKS 101

John Wall (32) y Bradley Beal (31) marcan diferencias: 2-0 Wizards

La pareja exterior de los Washington Wizards está viviendo su mejor momento. Anotaron 20 de los últimos 21 de su equipo.

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Su mirada lo dice todo. El hambre de un jugador que siempre ha creído y trabajado en sus posibilidades. John Wall levantó los brazos al cielo y Bradley Beal le puso el sello al 2-0. El público, que lleva meses creando una conexión especial con el equipo y especialmente con el base, explota. Su equipo no solo se ha puesto 2-0 en una eliminatoria de playoffs, sino que cuenta con dos jugadores que pueden cambiar las penas de la historia reciente (dos clasificaciones para playoffs en ocho años y ninguna final de conferencia desde que los Bullets perdieron las finales en el 79) por alegrías. El futuro es brillante en Washington y ellos también lo saben.

Golpearon los Wizards de inicio sin dejar que los visitantes empezaran cómodos, pero el intento de salida lo suavizó poco a poco Schroder (23) hasta que quedó en caricia. Arrancaron otra vez la moto los locales y con +8 se llegó al descanso. La respuesta de los Hawks (siempre con Millsap a la cabeza: 27 puntos y 10 rebotes) fue importante: del -10 al +7 en poco más de ocho minutos y los dispositivos de alarma activados en la capital estadounidense. El partido se decidiría en los últimos minutos.

En los playoffs es mucho más clara que en la temporada regular la necesidad del baloncesto de estrellas. Marcador apretado, reloj corto y que decidan los mejores. Cuando un tiro cambia un partido (y una eliminatoria), lo importante es tener o no tener en tu equipo al jugador capaz de anotar ese tiro. Y los Wizards lo tienen. De hecho, tienen dos: John Wall y Bradley Beal se combinaron para sumar 20 de los últimos 21 de los locales.

El base cerró el partido en modo superhéroe, con un tiro precioso tras reverso y un mate tras robo antes de dejar que, con los brazos mirando al cielo, Beal (16 de sus 31 en el último cuarto) pusiera el sello. Sencillamente espectacular.

"Él es, junto a mí, nuestro jugador franquicia. Necesitamos que anote y nos da igual si tira 30 veces", dijo el Wall sobre el escolta. Ambos están en el mejor momento de sus carreras y su relación parece pasar además por un momento realmente especial. Eso se ha trasladado a todo un equipo que podría dar mucho de que hablar en estos playoffs.

Los Hawks, por su parte, tendrán que escalar su particular Himalaya: nunca en la historia de la franquicia se ha levantado un 2-0 en una eliminatoria a siete (0-18).