Lo que el Andorra le había quitado al Madrid el domingo pasado, el liderato, no pudo devolvérselo una semana después porque el Barça estuvo atento y aprovechó la oportunidad. El equipo del Principado, que va para matagigantes de la Liga, tumbó al Baskonia y volteó la clasificación ACB. Ahora el nuevo líder es el Barcelona (siete triunfos y una derrota, igual que los de Laso) porque goleó en el tramo final al UCAM Murcia tras un parcial de 37-12: 105-73. Ese +32 le coloca al frente de la tabla por los cinco puntos que saca a los blancos en el average general.

El Madrid hizo los deberes en Fuenlabrada, ante un Montakit verdugo de los culés en la jornada anterior, y rompió la resistencia local en el tercer cuarto. Llegó a contar con una ventaja de 18 puntos (65-83, minuto 34), que se quedó en 15 cuando sonó la bocina (80-95).

El guion del duelo nos resultó familiar. Vimos a un Madrid de salida mejor en ataque que en defensa frente a un adversario que encaró con fuerza el desafío, tan metido como incapaz al mismo tiempo de limitar el caudal ofensivo blanco. El primer tiempo fue un pim, pam, pum. Juego vistoso y mejor selección de tiro del Real, que perdía más balones y cedía algún rebote extra bajo su aro. En el debe local, su pobre acierto de tres: 4 de 16. Sobresalía, en cambio, en los tiros de dos: 13 de 18. Tomás Bellas había sido un torbellino en la arrancada (8 puntos en 8 minutos, 12 al final) y Llull se iba hasta los 11 tantos sin meter un triple, algo poco habitual. Daba, eso sí, un clínic de cómo usar el cuerpo en algún tiro de media distancia y de cómo apoyarse en la parte alta del tablero para dejar bandejas muy elevadas y casi imposibles de taponar. Añadió tres canastas más (7 de 8 y 17 puntos) y ningún triple (0 de 3).

En la reanudación pesó el equipaje de la hora anterior, el desgaste local por estar a la altura y la frustración de no poder limitar el ritmo del campeón de Europa. Pesó el banquillo del Madrid y pesó Tavares, que rompió a Nogueira después de que el brasileño acertase con su segundo triple. Le batió entonces, no antes, en los dos lados de la pista y le sacó del partido con cuatro faltas. Un tapón, un mate, otra canasta bajo el aro y un alarde desde la línea de personal (6 de 6). Se llevó el duelo de gigantes.

Tavares amasó en ese tercer periodo, en apenas 8:39 en pista, 9 puntos y 5 rebotes para 18 de valoración (12, 8 y 23 al final) y el Madrid se disparó: 31 tantos en diez minutos y 63-77 en el marcador. Además de Llull, Randolph estuvo fino en la ejecución antes y después de abrirse la ceja en un choque con O’Leary.

El último cuarto perdió la etiqueta de decisivo y se colgó la de anecdótico. Sirvió para que Deck acumulase más minutos de vuelo y para que Prepelic pisara el parqué. Tampoco esta vez tuvo el día el esloveno, pero al menos no mostró desesperación por anotar. Es un paso. En el Montakit, más allá de la arrancada de Bellas, el mejor fue su líder, Marko Popovic. Al Fuenla le sobró el tercer parcial, como al UCAM el último en el Palau. El Barça recupera el liderato. Hay pulso clásico y hay Liga porque el Baskonia y el Unicaja les siguen a solo un triunfo. A ver.