El Real Madrid ha vuelto a ganar el campeonato español en categoría júnior masculina y lo ha hecho a lo grande: con contundencia en el marcador (99-75), elevando todavía más la gran racha que acreditan (5 títulos en 6 años, 3º seguido) e igualando el palmarés de su eterno rival en este torneo (15 trofeos logrados).

En el Príncipe Felipe de Zaragoza, donde unas horas más tardes jugará el equipo sénior en la Liga Endesa, los chicos de Mariano de Pablos vuelven a sumar otra razón de más para considerar a esta generación de la cantera madridista como una de las mejores de su historia.

Y es que, aunque ya ha avisado durante todo el torneo (victorias por 39,2 puntos de media), la actuación coral ha sido la seña de identidad de este encuentro y habla muy bien de ellos. El tercer cuarto fue el momento en el que el Real decidió pisar el acelerador de la mano de un soberbio Mario Nakic (que acabó con 20 puntos en 23 minutos. Poco o nada importó que la gran estrella del equipo, Usman Garuba, estuviera un poco más flojo -pese a que fue galardonado con el premio a MVP del torneo- que otros días (13+8); ahí estaban compañeros como Amar Sylla (15 puntos), Boris Tisma (14 puntos) o Ziga Samar (11 puntos).

El Barcelona bajó mucho el pistón en la segunda mitad. En su pintura sólo intimidaba Ibou Dianko Badji y no daba abasto. Tom Digbeu, hijo de Alain (ex de Madrid y Barça, precisamente), fue el máximo anotador del torneo pero en este encuentro anduvo falto de atino: 17 puntos, pero con 4/13 en tiros.

Otro entorchado para una camada a la que estar muy atento en el futuro. Lo siguiente para ellos, el asalto al Adidas Next Generation (Euroliga).