Era un duelo de extremos con todo en juego, el liderato y el descenso, en casa de David y ganó Goliath Causeur. La entrada en pista del escolta francés y luego la de Ayón propulsaron al Madrid, que con un parcial de 2-16 puso un +16 (30-46) que resultó insalvable para el Delteco Gipuzkoa. De vuelta a la LEB dos años después de ascender. Su gran sprint final, en el que logró seis de las diez victorias del curso en once jornadas, no le bastó. En realidad, ni un triunfo épico ante los de Laso le hubiera salvado, porque el Joventut venció al Estudiantes y el Obradoiro respiró así aliviado. La afición de San Sebastián despidió a su equipo en pie, con aplausos, reconociéndole el enorme esfuerzo en este tramo decisivo. Mezcla de tristeza y serenidad. 

El Madrid tampoco le perdonó: se jugaba mucho, un primer puesto en la fase regular que antes del playoff de cuartos de la Euroliga parecía amarrado por el Barcelona. Pero los azulgrana cayeron en barrena por la exigencia del calendario y los blancos lo aprovecharon. Remontaron antes de la Final Four y remataron después, con una victoria clave frente al Valencia solo 48 horas después de la gran cita europea.

Real Madrid-Baxi Manresa, en cuartos

Este domingo tocaba rubricar la reacción y lo hizo ante un Gipuzkoa que en la segunda parte, pese a empujar y empujar, nunca redujo la diferencia por debajo de los diez puntos. Diez victorias consecutivas para lograr un liderato final que le empareja con el Baxi Manresa en cuartos y le da la ventaja de campo en todas las eliminatorias. Campeón de la liga regular por sexta vez en los ocho años de Laso en el banquillo, seis en las últimas siete temporadas.

El pulso había arrancado con dos tendencias muy marcadas. El Madrid castigaba al Delteco con su calidad, la de Randolph, por ejemplo, y con un buen trabajo defensivo que forzaba pérdidas en los locales. Los de Valdeolmillos respondían con triples y rebotes de ataque. Zeisloft embocaba tres seguidos y luego la aparición de Salvó y de Rebec apretaba el marcador: 28-30. Ahí demarró el Madrid, una escapada a la que el rival ya no le echaría el lazo.

Causeur provocó el estallido con 16 puntos y 7 de 8 en el tiro más 3 asistencias en 12 minutos. Coincidía en pista con Ayón, que volvió a realizar un magnífico trabajo en todo el campo (14 tantos, 9 rebotes, 4 tapones y 29 de valoración). Tavares no brilló de inicio y en la segunda parte sufrió por el acierto exterior de Sekulic, al que se le sumó Burjanadze. Reyes jugaba y respondía con puntos (9 sin fallo en el tercer cuarto) y Llull trabajaba para el equipo, apenas una canasta aunque 8 asistencias, 4 rebotes, 3 robos y un +17 con él en cancha, el mejor ahí del partido. Ha pasado apenas una semana, pero la Final Four parece quedar ya lejos. El jueves arranca el playoff y el Madrid vuelve a salir desde la pole.