“Somos España y vamos a ir a los Juegos de París a ganar”
Elisa Aguilar, Amaya Valdemoro y Javier Beirán hablan en ‘Encuentros Olímpicos’ de su experiencia en los Juegos y las opciones de las Selecciones en París 2024.
Atlanta 96 fue la última cita olímpica sin representación del baloncesto español. La plata de Los Ángeles 84 quedaba ya lejos y el baloncesto femenino, que se había estrenado en Barcelona como anfitrión, no volvió a pistar unos Juegos hasta Atenas 2004. El siglo XXI, en cambio, ha sido otro cantar para el basket patrio con esas dos finales (Pekín 2008 y Londres 2012) en las que España puso contra las cuerdas a Estados Unidos y la plata que logró la Selección femenina en Río 2016.
A París 2024 seguro que irán las chicas (lograron su clasificación en el Preolímpico de Sopron en febrero) y la Federación Española de Baloncesto (FEB) se guarda otras tres balas en la recámara: el Preolímpico masculino de Valencia y los clasificatorios de 3x3 de Debrecen (Hungría) en mayo. “Ir con los cuatro equipos sería el mejor escenario posible. Siendo realistas, clasificarse para unos Juegos es muy complicado. Para la FEB siempre es importante estar en cualquier cita internacional por nuestra historia y por el esfuerzo que se está haciendo. Sería un respaldarazo a todo el trabajo que se ha hecho desde hace mucho tiempo”, reconoce Elisa Aguilar, presidenta de la FEB y olímpica en Atenas 2004 y Pekín 2008, que tilda de “bendito problema” los viajes que tendría que hacer entre Lille (sede del baloncesto 5x5) y París (3x3) si se consigue el objetivo.
“Ir con los cuatro equipos a París sería el mejor escenario posible”
Para cualquier deportista la cita olímpica es algo especial. “En los Juegos de Los Ángeles 84 yo supe que quería ser deportista”, confiesa Amaya Valdemoro, que vivió el mejor momento de su carrera precisamente en otros Juegos, los de Atenas 2004. “El recuerdo más bonito que me ha dado el deporte no son las medallas ni las competiciones, sino vivir el desfile olímpico de Atenas con Elisa (Aguilar). No había móviles ni linternitas, pero estar en el túnel de los maratonianos y ver los flashes y el rugir del público, nos convierte en unas privilegiadas”.
El que no ha estado nunca en unos Juegos es Javier Beirán, pero su vida también está ligada a la cita olímpica, aunque por otro motivo: “Desde categorías de formación, siempre he vivido con esa comparación constante con mi padre, porque él ganó la plata de Los Ángeles 84, esa medalla que cambió el baloncesto. Luego tuve la oportunidad de ganar el oro en el Mundial de 2019 y ya sí que podemos compararnos entre nosotros”, bromea el alero madrileño al que el 3x3 le podría brindar la oportunidad de imitar a su padre en París. “Mi mujer quería planificar el verano y ya le he dicho que por ahora no lo haga. Sé que es muy difícil, pero es un sueño poder estar allí”.
La Selección femenina, en sus sextos Juegos
Por ahora, solo la Selección femenina es la única que tiene asegurado el billete olímpico. “El sorteo nos ha favorecido (China, Serbia y Puerto Rico) —reconoce Valdemoro—, pero la realidad es que, en un mal día, te puede ganar cualquiera”. Y compara generaciones. “En la mía íbamos un poco con miedo, pero ellas imponen y tienen que creérselo al cien por cien. Es muy difícil estar siempre arriba, pero un año con un mal resultado no puede ensuciar lo que has hecho antes. Menos Estados Unidos, todas las selecciones tienen veranos malos”. Y Aguilar añade: “El oro suele tener dueño (EE UU), pero ya entraremos en esa guerra si podemos. Somos España, tenemos nuestra historia y vamos a ir a ganar”.
“En mi generación íbamos con miedo, pero ellas imponen respeto”
La Selección masculina se ha colgado cuatro medallas en citas olímpicas (tres platas y un bronce), pero deberá lograr su plaza en el Preolímpico que se disputará en Valencia del 2 al 7 de julio. “La historia no nos ayuda, porque los anfitriones no se han clasificado, pero nos gustan estos retos”, dice la presidenta, que reconoce que “lo mejor era jugar en España”. “Creo que eso va a sumar en vez de restar”.
Si no hay contratiempos, Lorenzo Brown estará (“su disposición es total”), en una cita que tendrá otros nombres propios. “Rudy ha ido cambiando en todos estos años: física, mentalmente... y su rol no es el mismo que tenía en Pekín o en Londres. Ahora intenta enseñar a los jóvenes. Los sextos Juegos serían un broche magnífico para su carrera”, espera Beirán y Valdemoro apoya la idea. “Todo el equipo va a hacer piña para que pueda retirarse de la mejor manera posible. Rudy tiene una cabeza privilegiada para el baloncesto y aunque haya anunciado que se retira no creo que eso le vaya a condicionar”.
Y de Rudy a la otra mitad de la Doble R, Ricky Rubio. “Que haya querido volver es una buenísima noticia por el Ricky persona. Pero si hubiera decidido no hacerlo, también le hubiésemos estado agradecidos toda la vida. No estaba rodado, pero tiene mucho impacto en el grupo”, opina la presidenta, que explica que “el hastag #Familia va más allá de lo que pasa en una cancha”. “Nosotros, en la FEB, siempre estaremos agradecidos a los jugadores y jugadoras que han sido parte de nuestra Selección”. “Volver a ver a Ricky en una pista es importante, pero también volverle a ver disfrutar”, añade Beirán, que apunta que es “un gran jugador, en presente”. “No hay que hablar de él en pasado. Si el nombre de España impone respeto a los rivales, el de Ricky da miedo”.
Si el nombre de España impone respeto a los rivales, el de Ricky da miedo”
A ninguno de los tres les preocupa la mala racha en la que se encuentra la Selección masculina, que encadena cuatro derrotas, dos en el Mundial (Letonia y Canadá) y dos en la Ventana de febrero (Letonia y Bélgica). “Los rivales van con el cuchillo entre los dientes y el calendario que tienen los jugadores de la Liga Endesa, no lo tienen otros; tampoco el nivel de estrés, el cansancio, los viajes... Cuando la gente se pone tan nerviosa, un poquito de calma. El que tiene la batuta y la magia es Scariolo. Además, vamos a contar con Ricky, que hace mejores a los demás, y Lorenzo de Albacete, también. Yo estoy tranquila”, confiesa Amaya.
El oro para Estados Unidos, Caitlin Clark, LeBron James, Wembanyama...
Y soñando con las medallas, ¿quiénes las conseguirán? Aquí cada uno tiene sus favoritos, aunque todos coinciden en algo: Estados Unidos y el oro. “Hay más diferencia en chicas que en chicos. El nivel del baloncesto europeo masculino ha subido una barbaridad y en físico, ya no hay tanta diferencia”, explica Valdemoro que, aun así, da su podio con el oro para los yankies: “EE UU, España y Canadá, en el torneo masculino, y EE UU, Bélgica y España, en femenino”. Su excompañera y amiga Elisa casi coincide con sus pronósticos, aunque con algunos cambios. “En chicas, EE UU, oro; Francia, plata y España, bronce. Y en chicos, EE UU, Canadá y España. En baloncesto masculino estamos más cerca. Ellos son el Dream Team, pero nosotros somos el Team España. Lo bueno que tenemos es ese sentimiento de pertenencia”. En cambio, en el baloncesto femenino la cosa está algo más lejana. “Siempre lo hablaba con Amaya: si te sacan cinco puntos por cuarto, al final te ganan por 20 sin haberse despeinado”. Beirán es el más cauteloso: “Mi apuesta es que España se cuelga una medalla en alguna de las modalidades, que ya sería un logro. EE UU es la gran favorita y, si nada cambia, se llevarán el oro. Pero en chicos, Francia, jugando en casa, y Canadá, si van todos, le pueden plantar cara”.
Y ¿quiénes serán los nombres de los Juegos? “Caitlin Clark es ahora un fenómeno” dice Amaya. “Sue (Bird) y Diana (Taurasi) estuvieron en los Juegos siendo universitarias y en masculino, también lo han hecho. Creo que en París puede ser más impactante que LeBron”. Aguilar tira para casa. “Rudy, por ser sus sextos Juegos, y en femenino destacaría a España, porque ante todo somos un equipo, un bloque”. Beirán añade a la ecuación a Wembanyama (“es de otro planeta y puede marcar una época”) y a LeBron, “un icono, un referente”. Y en el torneo femenino está con Amaya: “Caitlin Clark ha conseguido enganchar a mucha gente y el deporte necesita a esos iconos para avanzar”. A tres meses de que la llama olímpica resplandezca en el jardín de las Tullerías, la España de baloncesto se prepara para otro verano que puede ser histórico con cuatro equipos soñando con París.
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