El alero Kevin Garnett no dejó ninguna duda de su liderazgo dentro de los Timberwolves de Minnesota y con 26 puntos y 21 rebotes fue la clave para que su equipo comenzase la nueva temporada de la NBA con la victoria por 95-89 frente a los Bucks de Milwaukee.

Garnett volvió a ser una fuerza imparable en todos los aspectos del juego para imponer su presencia y evitar que los Timberwolves, que llegaron a tener una ventaja de 17 puntos, no fuesen superados al final por los Bucks, que jugaron mejor baloncesto de equipo. El alero estrella de los Timberwolves consiguió 11 canastas de 23 tiros de campo, con 3 de 6 desde la línea de personal, y dio seis asistencias para completar su aportación. El base Sam Cassell, ex jugador de los Bucks, no tuvo consideración con los antiguos compañeros y aportó 18 puntos y nueve asistencias, mientras que Latrell Sprewell, que también debutaba con los Timberwolves, encestó 15 tantos, capturó cuatro rebotes y dio cinco pases de anotación. El tercer debutante en los nuevos Timberwolves fue el pívot Michael Olowokandi, que logró 11 puntos y capturó nueve balones bajo los aros. Por los Bucks, que jugaron su primer partido de liga con el nuevo entrenador Terry Porter, quien sustituyó a George Karl, su mejor virtud fue el juego de conjunto, pero nunca pudieron superar la brillantez de la individualidad que fue Garnett. Demosn Mason y Michael Redd con 16 puntos cada uno encabezaron la lista de seis jugadores que superaron la barrera de los 10 tantos. Brian Skinner fue el más productivo bajo los tableros al conseguir 10 rebotes y 12 puntos.