La mejor defensa de la ACB, la del equipo insular, aterrizó en Vistalegre después de dos dolorosos reveses para el Real Madrid: perdieron la semana pasada el liderato a manos del Estudiantes (95-71) y encajaron un 84-71 ante el Barcelona el pasado jueves en la Euroliga.

Al agotamiento mental y la fatiga se sumaba, además, la ausencia del francés Moustapha Sonko, descartado por un proceso febril. Por último, el estadounidense Elmer Bennett, el mejor madridista en el Palau Blaugrana, también atravesaba los rigores de un enfriamiento y jugó sin encontrarse en las mejores condiciones.

El primero en aprovecharse de las debilidades madridistas fue el alero irlandés Jim Moran, impecable en el tiro hasta el minuto quince. Catorce puntos sin fallo que dieron la ventaja al Gran Canaria en el cierre del cuarto inicial (17-20) y le permitieron despegarse en el segundo.

El Gran Canaria colocó distancias claras sin muchos problemas (33-41 m.19). Moran, en primera instancia, y el estadounidense Billy Keys, a renglón seguido, avivaban el fuego. Las fuerzas del Madrid sólo daban para cambiar a defensas zonales en busca de la intensidad perdida.

Acercamientos

Tras el descanso (37-43) el Madrid que volvió del vestuario venía con otro discurso. Alberto Herreros materializó el acoso con los primeros acercamientos firmes hasta que volteó el marcador y dio carpetazo al tercer cuarto con la canasta del 57-55.

Con ganas de resarcirse después de los golpes de la última semana, en unos cuantos minutos los jugadores de Maljkovic adelantaron al Gran Canaria como una exhalación. Los blancos rebosaban ánimo y fuerza y los canarios se desinflaron sin remedio.