Papalukas emula a Gallis y le da a Grecia su segundo oro

Eurobasket 2005 | Grecia 78 - Alemania 62

Papalukas emula a Gallis y le da a Grecia su segundo oro

Papalukas emula a Gallis y le da a Grecia su segundo oro

helios de la rubia

El base del CSKA Moscú anuló el efecto Nowitzki

La señal oficial para que Atenas delirara como en 1987 llegó a 3:22 del fin del partido y del Campeonato. En ese momento, con 69-52 para Grecia, Dirk Bauermann, seleccionador alemán, decidió dar un respirito a los Dallas Mavericks y a Dirk Nowitzki, y sentó definitivamente al máximo anotador y mejor jugador del Eurobasket. A Nowitzki le bastaba superar los 17 puntos para consolidarse en la cima de anotación. Llevaba 23 cuando Bauermann ordenó el cambio.

En Atenas, Alemania tiraba la toalla. En Dallas, Mark Cuban, propietario de los Mavericks, podía abrir su caja de puros, con el "Rita" desintegrado, y Nowitzki de regreso a Texas, sano y salvo. Sobre el parquet del Arena, Dirk recogió cuatro trofeos: el de su nominación para el quinteto ideal del torneo (con Navarro de escolta), el de máximo anotador, el de Jugador Más Valioso... y la medalla de plata, por supuesto. Grecia subió de nuevo al Olimpo, pero Nowitzki ya habita a la derecha de Zeus: nada menos que Slavnic y Dalipagic le entregaron los premios individuales

Nowitzki sucede a Gasol en la cúpula anotadora de Europa y Theo Papaloukas, el tirador del CSKA Moscú, hereda el halo semidivino de los héroes de 1987. Panos Giannakis, el seleccionador griego, retoma el laurel europeo, hoy como entrenador. Giannakis era el lugarteniente del sublime Nick Gallis en aquellos días atenienses de trueno: verano de 1987.

En 1987, Atenas fue una tea de pasiones tras Gallis, Giannakis, Fassoulas y los demás. Ayer, un vuelo charter de griegos desembarcó en el Olimpo, perdón, en Belgrado. Ya vestían peplos y coronas de laurel. No hubo partido: Grecia no lo admitió.

Carencias.

Cerró casi todos los caminos a Nowitzki (seis canastas en juego) y desnudó las carencias de Alemania, subida al podio por la mano del mejor jugador de Europa. Nowitzki y sus 23 puntos a un lado, sólo Femerling (11) superó la decena de puntos en Alemania, cuyo porcentaje en triples fue ridículo: 3/16. Maniatados por los ajustes griegos, no podían ganar. A cambio, Papaloukas ametralló desde fuera y los alas-pivot de Grecia abrumaron a Femerling de canasta a canasta. Para Nowitzki, cada posesión de balón era un calvario. Un calvario de plata. Y un delirio de oro en Atenas... CANCHA: Belgrado Arena. 20.000 espectadores.