Queda extraño, quizá contradictorio, asegurar que el Madrid ha demostrado debilidad fuera de casa y añadir a continuación que marcha líder invicto. Pero cojeó en Manresa, Tenerife e, incluso, Sevilla. Y en la Euroliga ha perdido tres veces lejos del Palacio. Ya saben, por sacar punta a algo y por recordar también que juega en San Sebastián, en Euskadi, donde ha caído en seis de sus últimos siete encuentros. Y llega sin Rudy Fernández (contusión lumbar) y sin Pocius (fascitis plantar), pero con una racha de 13 victorias debajo del brazo y una rotación para estos imprevistos: Llull, Sergio, Draper, Carroll y Suárez andan sanos. Hay perímetro.
El reto blanco es ganar al Lagun Aro (el exequipo de Laso) y el próximo domingo al Barça, y encadenar 15 triunfos. Igualaría el mejor arranque liguero en los últimos 30 años. Le espera un rival venido a algo más tras vencer al CAI, aunque continúa como colista junto al Manresa con dos triunfos y once derrotas. Un Lagun Aro en el que trata de arañar minutos el alero Dani Díez (cedido por el Madrid) y en el que los bases Raulzinho Neto y Javi Salgado tienen mucho peso. Suman 21,2 puntos y 6,8 asistencias entre ambos. Un bloque que precisa del físico de Ibekwe, de la evolución de Jermaine Taylor (12 puntos y 5 rebotes ante el CAI) y de la aportación regular de Qyntel Woods, aunque esto último parece más difícil.