Mañana de récords en el Palau

BARCELONA 109 - VALLADOLID 50

Mañana de récords en el Palau

El Barcelona convirtió la visita del colista Valladolid en un trámite de números para la historia: récord de valoración (178) y mayor diferencia de puntos en la era ACB: 59.

El 30 de septiembre de 2012, el Valladolid comenzó la Liga 2012/13 con un increíble triunfo en el Palau: 71-78 ante un Barça espantoso que sufrió una versión gigantesca y nunca más vista de Sinanovic: 28 puntos, 10 rebotes, 31 de valoración. El Valladolid salió airoso (12 victorias) de una temporada en precario a la que ha seguido otra más en precario aún. Paradigma en movimiento de algunos de los males que acosan a la ACB, el equipo vallisoletano conformó su plantilla a contrarreloj y a última hora y ha sufrido después lesiones y espantadas que le han dejado definitivamente en los huesos. Marcha 1-9 porque ganó al Cajasol en la tercera jornada. Antes había perdido 87-53 con el Real Madrid y después cayó 108-57 en Valencia. Todo eso de camino al Palau y a una mañana de diciembre que pasó de derrota rutinaria a paliza para la historia.

En un partido que casi ni fue tal, la noticia son los números y aquí va una ensalada de ellos: el Barcelona ganó 109-50, la mayor diferencia de la era ACB (de 1983 en adelante). El equipo azulgrana hizo 178 de valoración, récord absoluto, y dejó en 12 al Valladolid, la segunda peor marca de siempre por detrás de un 10 del Fuenlabrada en 2002. La diferencia en este apartado, 166, también es algo nunca visto en la Liga. Para encontrar una paliza cercana del Barcelona en cualquier competición hay que irse a 1994 y a un partido de Euroliga ante el subterráneo Pezoporikos: 128-59. ¿Más? El Barça igualó la segunda mejor marca de asistencias en la era ACB (33, 8 de Marcelinho Huertas) y tuvo hasta nueve jugadores en dobles figuras de valoración. En el Valladolid, el 12 de valoración es ridículo y algo estrafalario: Omari Johnson sumó 17 él solo (20 puntos, 4 rebotes). Así que el resto de sus compañeros… hagan cuentas.

Todo eso resume un partido que fue como ver a un peso pesado entrenando con un saco de boxeo que encajaba golpes e iba de lado, de lado a lado… el Barcelona, en plena marejada, tenía suficientes cuentas pendientes y necesidades como para no soltar el pie del acelerador. Por eso las mayores diferencias llegaron, sin tregua, en el último cuarto. El Valladolid puso mucho de su parte para que el equipo de Pascual se tomara un respiro en sus problemas de puntería: 12/23 en triples y un tremendo 30/39 en tiros de dos. A Tomic le bastó con veinte minutos para hacer 17 puntos (8/8 en tiros de dos), 7 rebotes, 3 asistencias, 3 tapones y 28 de valoración. Dorsey, 11+10+3 tapones y 21. Navarro pondría cerco al récord de Alberto Herreros a la carrera con muchos partidos como este: tiró seis triples y metió 5. Abrines y Pullen tuvieron su momento y Lorbek dejó motivos para la esperanza en el Palau: 17 puntos en 17 minutos.

Si el Barcelona se pone exigente, debería tener en cuenta que no taponó algunas de sus vías de aguas de toda la temporada: perdió 14 balones y concedió 13 rebotes de ataque a un equipo muy débil en ese apartado. Y en casi todos… La mañana dejó más números que partido y los descartes de Papanikolau, por cuestiones físicas, y de Lampe, por cuestiones que Pascual por ahora achaca a la profundidad de plantilla pero que no cuesta imaginar relacionadas con la muy poco edificante marcha del equipo y las apelaciones del técnico de Gavá a valores como la concentración y la intensidad. En fin, las urgencias del Barcelona colisionaron con las miserias del Valladolid para dejar un partido de una sola dirección y un montón de números para el recuerdo. Nada más… y nada menos.

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