THUNDER 81 - HEAT 103

Wade se alió con LeBron para asaltar el feudo de Durant

El 'Big Three' de Miami logró 81 puntos, los mismos que todos sus rivales. Durant aportó 28, pero resultaron insuficientes ante el huracán de los Heat el día del regreso de Westbrook.

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Cuando Pat Riley consiguió reunir en el verano de 2010 al particular 'Big Three' de Miami, seguramente que lo hizo imaginado noches como la vivida esta última madrugada. Cuando tres jugadores del calibre de LeBron James, Dwyane Wade y Chris Bosh combinan sus fuerzas para ofrecer su mejor nivel, el rival, véase Kevin Durant y los Thunder, poco puede hacer para detener el huracán. Eso fue lo que sucedió, una tormenta perfecta procedente desde las soleadas costas del sur de Florida barrió a los truenos que habitan en el Chesapeake Energy Arena de Oklahoma, el feudo del mejor equipo de la Liga. El tan esperado duelo entre los dos mejores jugadores del momento, LeBron y Durant, en plena pugna por el MVP, no fue tal. Los Heat hicieron hincar la rodilla (81-103) a unos Thunder que poco o nada pudieron hacer para evitar su cuarta derrota del curso en casa.

El partido del regreso de Westbrook, quien volvió tras perderse los últimos 27 compromisos de los de Scott Brooks, tuvo el inicio soñado por los seguidores de Oklahoma: robo de Westbrook e Ibaka (14 puntos, ocho rebotes y un tapón) lanza el contraataque culminado por el propio base con un mate. Un espejismo. A partir de ahí la máquina de Spoelstra comenzó a carburar. Wade y LeBron, muy agresivos a la hora de robar balones (ocho en los primeros doce minutos) el primer, completaron rápidas transiciones para evitar que se posicionase la defensa rival. De esta guisa, los Heat acabaron el primer cuarto doblando a su rival (17-34).

Tras la reanudación, Durant (28 puntos -10/22 en tiros de campo-, ocho rebotes y tres asistencias) intentaba reducir diferencias, pero Wade, que pareció olvidar sus problemas crónicos de rodilla para ofrecer su mejor versión y concluir con 24 puntos y diez asistencias, frenó el primer conato de rebelión. No obstante, la salida de Westbrook a la cancha antes del descanso reactivó a los Thunder. El base, con su habitual anarquía, contagió a los suyos para marcharse a los vestuarios solo siete puntos por debajo (47-54). Parecía un partido nuevo. Nada más lejos de la realidad.

Un triple de 'King' James, el único que anotó, a cinco minutos del final del tercer cuarto (53-75) y con Durant sobre él, significó la puntilla a un encuentro al que los locales no consiguieron cogerle el ritmo en toda la noche. Cualquier intento de reacción era rápidamente contestado por el imponente 'Big Three', que sumó 81 puntos, los mismos que consiguió anotar toda la tropa de Brooks.

El único contratiempo para los Heat se produjo en el último cuarto. A seis minutos para la conclusión, LeBron James conseguía hundir el balón en la cesta rival pese a la presencia de Ibaka. El pívot nacionalizado español, en su intento por detenerle, le golpeó en la nariz. El alero tuvo que abandonar la cancha al no poder detener la hemorragia.

No obstante, la misión estaba completada. Los Heat devolvían el golpe sufrido hace menos de un mes en su propia cancha, cuando claudicaron estrepitosamente por 95-112 ante un Durant que pareció haber decantado el MVP de la temporada a su favor. El partido de anoche demostró que le estrella de Oklahoma tiene aún mucho camino por delante para conseguir desbancar del trono a LeBron.

Por el momento, su duelo personal se encuentra igualado. Para volver a verles frente a frente en una misma cancha habrá que esperar, como mínimo, a unas hipotéticas finales, allá por el mes de junio. ¿Imaginan una manera mejor de dirimir la supremacía de la NBA?