José Manuel Calderón sufrió en sus propias carnes la intensidad con la que se está disputando la serie que protagonizan sus Mavericks y los Spurs. Durante el tercer cuarto del crucial sexto partido (los de Dallas derrotaron en un emocionante final a sus vecinos texanos y forzaron el séptimo encuentro) el base extremeño sufrió un encontronazo con el hombro izquierdo de Tony Parker mientras estaba defendiéndole. Enseguida la sangre que manaba de la cara del español indicó que se trataba de un percance serio. El jugador se retiró al vestuario para someterse a unas pruebas que acabaron por confirmar lo esperado: se había roto la nariz. "Es lo que es", comentó Calderón tras el encuentro. Lo único que el preocupa es conseguir el pase a las semifinales de Conferencia tal y como demostró con su último mensaje en Twitter: "¡Gran partido! ¡Uno más el domingo! Gracias por vuestros tweets.Tengo la nariz rota pero no pasa nada. ¡Hemos ganado!", escribió.

No obstante, el jugador pudo regresar a la pista para ayudar a su equipo a igualar la serie. En total aportó 12 puntos, repartió seis asistencias y capturó cinco rebotes en los 32 minutos que estuvo sobre el parqué para completar una de sus actuaciones más completas en estos playoffs. "Fue un poco difícil respirar durante la segunda parte. Eso es porque lo pedí el cambio", indicó tras el encuentro. Su técnico, Rick Carlisle, lamentó el infortunio de su pupilo. "Fue mala suerte que le golpearan cuando estaba jugando tan bien en ambos aros. Estaba anotando lanzamientos, pero algunas veces ocurren estas cosas", relató.

No obstante, el base podrá participar este domingo en el séptimo y definitivo duelo en San Antonio (21:30 en Canal + D). "Espero estar mejor para el séptimo encuentro", reconoció. Ahora será decisión del cuerpo médico de Dallas el determinar si será necesario que juegue con una máscara protectora o no.