"Ha sido un año difícil. Difícil porque ha habido pocos momentos puros durante la temporada. Esa fue la mayor diferencia entre este año y los dos anteriores", señaló en voz alta Shane Battier. Una idea que sólo se había atrevido a pronunciar en privado durante toda la campaña, pero ante la derrota contra los San Antonio Spurs, donde los Heat han tenido muy pocas oportunidades para revalidar por tercera vez el título de campeón, ha alzado la voz.

La temporada en Florida ha sido dura. Se notó en diferentes tramos de la temporada, donde el equipo era una sombra con respecto al de campañas pasadas. Los motivos de las desconexión del equipo en momentos puntuales del año, se han podido tapar gracias a una plácida temporada regular y unos eficientes playoffs, pero con la derrota, todas las vergüenzas se hacen evidentes. La salida de jugadores como Mike Miller se ha notado de manera considerable. El ahora jugador de los Grizzlies era un veterano respetado tanto por la afición como por el vestuario, por esa garra y determinación que mostraba cada vez que entraba en la cancha.

A esa salida, hay que unir el preocupante bajón de actores principales como Wade o Bosh y de secundarios, que sin ser fundamentales, siempre daban un paso adelante en los peores momentos. Chalmers es el principal ejemplo de ese grupo. Sus cuatro primeros partidos de las Finales ante los pupilos de Popovich, le costaron la suplencia en el quinto. La última vez que salió desde el banquillo en unos playoffs fue el penúltimo encuentro de las Finales de 2011 ante Dallas Mavericks (09 de junio). Desde ese día el timón del conjunto de Spoelstra ha estado siempre en sus manos.

"Durante toda la temporada hemos estado siempre tratando de conjurarnos para conseguir algo y no podemos ganar un campeonato simplemente conjurándonos. Tienes que ser lo que eres, tienes que ser puro y no fue nuestro caso durante este año", subrayó Battier.

El jugador de 35 años sabe cuál ha sido el principal problema de su equipo durante toda la temporada, un problema que se vio agravado contra el potencial de los San Antonio Spurs: la defensa.

"Por desgracia, cometí el error de mirar cuál era nuestra posición defensiva antes de la final y estábamos fuera del top 10 de equipos que habían ganado un título. Así que tendríamos que haber hecho algo bastante histórico para derrotar al mejor equipo ofensivo de la Liga", confesó el alero, para señalar además: "Esa posición duodécima de la clasificación no es el resultado de dos semanas o un mes de baloncesto. Es el resultado de toda una temporada. Nosotros simplemente no teníamos los fundamentos para detener el potencial ofensivo de los Spurs... estábamos expuestos".