Chris Bosh seguirá finalmente al calor de la soleada Miami. El ala-pívot no emulará a su ya excompañero LeBron James y permanecerá fiel a la franquicia a la que llegó en 2010 procedente de los Raptors. Para que se quedara y los Heat puedieran seguir resultando un equipo competitivo, Pat Riley ha tenido que rasgarse las vestiduras. Bosh jugará otras cinco temporadas en Miami, cobrando 23,6 millones de dólares por cada año. Un total de 118 millones. Una cifra astronómica que, de haber seguido LeBron, hubiera resultado imposible de ser ofertada.

Tras renunciar hace algo menos de un mes a 42 kilos y a los dos años de contrato que le restaban, el All Star deberá ahora responder a la enorme confianza depositada en él. Ya no será un integrante más del 'Big Three', sino que ante la ausencia del cuatro veces MVP y los problemas físicos de Wade (que el escolta renueve es el siguiente paso a dar por la franquicia) debe convertirse en el gran referente del juego de los de Spoelstra. Los 16,2 puntos y 6,6 rebotes que promedió este último curso deberán ser mejorados significativamente. Ahora le tocará asumir el rol que ya ejerció durante su etapa en Canadá. Todos los focos le apuntarán a él en el sur de Florida.

Su decisión deja plantados a los Rockets, quienes esperaban hacerse con sus servicios. En Houston ya sólo les queda esperar casi un milagro y cruzar los dedos para que Carmelo acabe firmando por ello. No obstante, y según los últimos movimientos en el mercado, todo apunta a que 'Melo' optará por seguir en los Knicks. La franquicia de Texas había optado claramente por optar a contratar a uno de los grandes agentes libres de este verano, tal y como demuestra el hecho de que traspasaran ayer mismo a Jeremy Lin a los Lakers y Omer Asik, hace un par de semanas, a Nueva Orleans.