NEW YORK KNICKS

Puesto 2013-14: 9º con un balance de 37-45 en la Conferencia Este

Previsión 2014-15: 9º del Este.

Calendario 2014-15

Quinteto titular: José Manuel Calderón (Dallas), Iman Shumpert, Carmelo Anthony. Andrea Bargnani y Samuel Dalembert (Dallas).

Principales suplentes: Pablo Prigioni, J.R. Smith, Tim Hardaway Jr. Amare Stoudemire, Cleanthony Early (rookie) y Jason Smith (New Orleans). (Plantilla completa).

*En negrita, novedades.

ESTRELLA:

Carmelo Anthony. Por primera vez en sus 12 años en la liga, Melo no logró llevar a su equipo a los playoffs. Dentro del caos que fueron los Knicks, su temporada fue notable (27,4 puntos y 8,1 rebotes) y, como agente libre, tuvo la opción de irse en verano a un aspirante. Le cortejaron Chicago y Houston, pero Phil Jackson y el dinero (124 millones por cinco años) le convencieron para quedarse en Nueva York. Anotador imparable, pero al que se achaca no mejorar a sus compañeros, veremos cómo se adapta al triángulo ofensivo que exige buenos pasadores. Como el talento siempre reina, lo hará. Carmelo no es el problema de los Knicks, es su única solución

CLAVES:

Fisher y el triángulo ofensivo: Desde su puesto de general mánager, Phil Jackson ha elegido como delfín a Derek Fisher. Quien fuera su base en cinco anillos con los Lakers, pasa directo de la cancha a los banquillos tras jugar en Oklahoma City el curso pasado e intentará aplicar el famoso triángulo ofensivo del Maestro Zen. El problema: no tiene los jugadores adecuados ni la experiencia. Veremos.

Los jóvenes: La mejor noticia para los Knicks en una temporada de transición sería que alguno de sus jóvenes diera un paso adelante y se convirtiese en pilar para el futuro. Hardaway Jr. completó un muy buen año rookie y el novato Early puede ser uno de los robos del draft. Shumpert tendrá que demostrar si puede volver a ser el mismo de antes de la lesión.

¿Quién defiende aquí? Tyson Chandler se fue a Dallas y los Knicks perdieron al único jugador interesado en defender entre los principales de su rotación. Su sustituto, Dalembert, rara vez aguanta en cancha más de 20 minutos y Bargnani y Amare son protagonistas de tantos vídeos cómicos sobre su defensa que imaginarles juntos es de dos rombos. Anotar ante Nueva York no será un gran reto.

ANÁLISIS.

Esta vez, la pretemporada de los Knicks dura un año. Pese a la euforia desatada por la llegada de Phil Jackson (veremos si justificada) y la tranquilidad de la renovación de Carmelo Anthony, New York piensa más en el curso 15-16 que en este. El verano que viene tendrá espacio salarial para fichar (sólo Melo y Calderón tienen contrato garantizado más allá de esta campaña) y entonces veremos si el Jackson general mánager mantiene la magia del Jackson entrenador. Hasta entonces, al sufrido y fiel Madison le esperan doce largos meses de frustración.

En el Este y con Carmelo Anthony, “la superestrella más infravalorada de la NBA” según sus propias palabras (coincido, mi opinión aquí), los Knicks se podrán mantener de mala manera en la carrera por los playoffs. Ya lo hicieron el año pasado, cuando un inicio de 3-13 y un récord de 37-45 no fueron suficientes para eliminarle antes de la última semana, y todos los pasos que han dado en verano han sido hacia un lado, ni adelante ni atrás. Mejoran en el puesto de base y en el tiro con el cambio de Felton por Calderón, pero pierden en el de pívot y en defensa con el de Chandler por Dalembert. En el banquillo, habrá que esperar. Woodson era un muerto viviente, pero Derek Fisher es una absoluta incógnita. Nunca ha entrenado antes y ni siquiera fue la primera opción del Maestro Zen: llegó tras las calabazas de Steve Kerr.

Y luego está el asunto del triángulo ofensivo. Un sistema que requiere jugadores muy específicos, de gran inteligencia baloncestística, y que será puesto en escena por leyendas de las lagunas mentales como Amare Stoudemire, Andrea Bargnani y el incomparable J. R. Smith, que hace pocos días reconoció que no entendía nada del sistema. Sorprendente no es. Carmelo se adaptará pues, pese a su fama, entiende el juego y Calderón, convertido con los años en uno de los mejores tiradores abiertos de la liga, también encaja. El resto parece intentar encajar piezas cuadradas en agujeros redondos.

Previsiblemente en la carrera por el playoff, Fisher puede tener problemas para dar minutos suficientes a sus prometedores jugadores de perímetro. Larkin es pequeño (1,80 raspado), pero bueno en el pick and roll. Entre lesiones y rumores de traspaso, Iman Shumpert ha perdido la confianza en el tiro y en el bote que, junto a su aún vigente talento defensivo, parecían convertirle en el escolta del futuro knick; está ante su última oportunidad y un trade no es descartable pues le aprieta Tim Hardaway Jr, que debería crecer sobre una sólida temporada de novato: ya ha demostrado ser un gran tirador, pero tiene manejo y visión para crear mucho más para él y sus compañeros. Por último, ojo al rookie Cleanthony Early, segunda ronda del draft, pero con potencial para mucho más: si mejora su tiro, tiene el físico ideal para un alero NBA y es un anotador muy versátil.

En definitiva, los Knicks visualizan la luz al final del túnel de mediocridad sin capacidad de maniobra en el que llevan tiempo sumidos. Les queda un año para reinventarse. Eso sí, ese año se hará largo. Pobre Carmelo.