Andrew Wiggins está teniendo un inicio de temporada está siendo discreto. En los seis partidos que ha disputado promedia 9 puntos y 4 rebotes y Ricky Rubio, el niño precoz que se estrenó en la Liga Endesa con sólo 14 años, tiene un consejo para él. "Es duro cuando uno es el centro de atención y llevas un par de partidos en los que no has firmado grandes números, porque en esta Liga todo son los números. Quizá sólo has anotado seis, pero has hecho un gran partido", dice el base de los Wolves que añade: "Es algo que uno debe entender. Él debe sentirse bien si lo ha dado todo en la pista. Él tiene que respetar el proceso; no va a salir y anotar 20 o 25 puntos por partido. Eso sólo pueden hacerlo LeBron o Carmelo en su año de rookie. Creo que estará bien sabiendo qué hacer para ayudar al equipo".

¿Tendrá razón Ricky o no? ¿Qué hicieron los números 1 en su debut en la NBA? En los últimos diez años, en esos cinco primeros partidos sólo cuatro jugadores han promediado menos que el alero canadiense. La elección más alta del pasado año y compañero de Wiggins en los Wolves, Anthony Bennett, acabó esos seis primeros partidos con sólo 0,8 puntos y 2,8 rebotes. Tampoco arrancaron mejor Andrea Bargnani (con los Raptors, en 2006: 4,3 tantos y 3,7 rebotes), Dwight Howard (Orlando, 2004: 7,7 y 11,3) y Andrew Bogut, un año después que Superman Howard con los Bucks: 8 y 7,8.

En el lado opuesto, John Wall ha sido el que ha firmado un mejor inicio de temporada. El wizard promedió 19,3 puntos y 10,2 asistencias en 2010. Le siguen el clipper Blake Griffin (18,5 y 10 rebotes en 2010), el bull Derrick Rose (17,8 y 6 asistencias en 2007), el pelican Anthony Davis, que sólo jugó cuatro partidos pero llegó a los 15 puntos y 7 rebotes en 2012, Kyrie Irving, MVP del pasado All Star y del Mundial de basket, con 14,2 tantos y 5,3 asistencias, y Greg Oden (10 y 7,7 rechaces). LeBron James, al que se refería Ricky, acabó con 16,7 y 7,8 cuando los Cavs le eligieran como número uno en 2003.