Cuando todo parecía ya algo más calmado, las aguas vuelven a bajar revueltas por los ríos de Cleveland. Los Cavs ganaron esta madrugada a los Denver Nuggets con un mayor juego colectivo y con hasta seis hombres en dos dígitos de anotación, pero la paz no puede durar siempre...

El escolta Dion Waiters no escuchó junto al resto de sus compañeros el himno de los Estados Unidos (algo casi sagrado en el país norteamericano) antes del encuentro contra los Utah Jazz. El jugador se quedó sólo en el vestuario hasta que el grupo canto la última nota del The Star-Spangled Banner. ¿El motivo? Waiters, musulmán, está redescubriendo su fe y argumentó motivos religiosos para no estar presente.

Pero todo pierde sentido cuando el escolta presenció ese mismo acto patriótico antes del encuentro de esta madrugada en Colorado. Este hecho más las duras declaraciones de LeBron James sobre la necesidad de mayor altruismo por parte de sus compañeros (muchas miradas se giraron sobre Waiters) y las críticas del joven escolta por su actual rol en el equipo, pueden esclarecer mucho más la realidad, es decir, que su ausencia podría haber estado más motivada por un simple acto de rebeldía, que por sus creencias religiosas.