A 8:56 para el final del último cuarto, recibió el pase de Monta Ellis y como tantas veces ha hecho en los últimos 16 años, Dirk Nowitzki se levantó y anotó delante de Carl Landry una de sus características suspensiones. Y de repente, una atronadora ovación emergió del American Airlines Center, su casa. Levantó el índice de la mano derecha. Ahora sí, soy el número uno pareció decir. No era para menos. Con esta canasta anotaba su punto número 17 (acabó con 23) en la victoria de sus Mavs ante Sacramento (98-106) y lo más importante, superaba a Hakeem Olajuwon y sus 26.946 tantos en la lista de anotadores de la NBA. El noveno puesto ya era suyo, o lo que es lo mismo, ya es el extranjero con más puntos anotados (26.953 y subiendo) en la historia de la mejor Liga de baloncesto del mundo.

A finales de los 90, cuando 'The Dream' daba los últimos coletazos de una carrera de leyenda, pocos hubieran imaginado que un rubio y espigado alemán que debutó con Dallas un 5 de febrero de 1999 (año de lockout) acabaría enterrando la marca del pívot africano que durante tantos años dominó las zonas de la Liga. Con un estilo mucho más aseado y técnico, con sus ya míticos y prácticamente indefendibles fade-aways y tatareando cada vez que acude a la línea Loooking for Freedom, el tema de David Hasselhoff (el protagonista de legendarias series como El coche fantástico y Los vigilantes de la Playa), este ala-pívot nacido el 19 de junio de 1978 en Würzburg, se ha convertido a sí mismo en una leyenda viva.

"Es surrealista estar rodeado por todos estos nombres que tanto significan para el baloncesto", destacó poco después de la remontada de los Mavs (el teutón se las ingenió para remontar los 24 tantos de desventaja en el segundo cuarto) (aun así, esta noche lo de menos fue el partido). Para que se hagan una idea, únicamente tiene por delante a Kareem Abdul-Jabbar, Karl Malone, Michael Jordan, Kobe Bryant (el único de los jugadores en activo que le supera), Wilt Chamberlain, Shquille O'Neal, Moses Malone y Elvin Hayes (si no pasa nada raro, a estos dos últimos debería sobrepasarles también en los próximos meses). Por detrás quedan ya nombres como el de Robert Parish, Charle Barkley, Allen Iverson, Pat Ewing, Jerry West, Dominique Wilkins u Oscar Robertson.

Casi nada. Historia viva de este legendario deporte: MVP en 2007, MVP de las Finales en 2011 (el primer europeo como franchise player en conseguir el anillo para su equipo), 12 veces all star, cuatro veces en el Mejor Quinteto de la temporada (12 sin incluímos el segundo y tercero), y líder en anotación de la historia de Dallas. Son algunos de sus logros en estas 17 temporadas en las que promedia unos números de otra planeta (22,5 tantos, 8,1 rebotes, 2,6 asistencias con sólo 1,9 pérdidas) cuando no hace tanto en Europa y en el resto del mundo percibiámos la NBA como una galaxia lejana. Gracias y enhorabuena Dirk.