Los Knicks respiran. No mucho, pero este domingo han dado una bocanada de aire después de vencer a los Denver Nuggets (109-93) y romper así una racha de siete encuentros seguidos perdiendo. El equipo de Fisher no alcanzaba la victoria desde el pasado 2 de noviembre ante los Charlotte Hornets... demasiado tiempo para un equipo que cuenta con Carmelo Anthony, uno de los mejores jugadores de siempre como ya señaló Magic Johnson.

Y fue en el alero donde se cimentó el tercer triunfo de la temporada de los neoyorquinos. Alcanzó los 28 puntos, al igual que J.R. Smith, y condujó a los Knicks a una ventaja de 25 puntos a 5:36 de finalizar el tercer periodo (79-54). Pero como esto es Nueva York y las cosas fáciles parecen no gustar, el equipo se dejó comer el terreno y con un parcial 25-10, los Nuggets se situaron a nueve (89-80) a 8:55 para acabar el partido y el miedo se palpó de nuevo en el Madison.

Aunque esta vez, y sin que sirva de precedente, los Knicks se recompusieron. Una racha de 13-3 dio a Carmelo y los suyos algo de esa alegria necesaria para continuar construyendo un proyecto que todavía está en los cimientos.