Tercera derrota consecutiva para los Cavaliers. Cuando parecía que la máquina empezaba a funcionar tras un inicio dubitativo, el perder (y la forma en que lo hicieron) en Washington ante los Wizards deja a la franquicia de Cleveland sumida en "la oscuridad". Así lo reconocía David Blatt tras ser superados por los capitalinos (91-78). Su equipo fue toda la noche a remolque en el marcador, aunque guardó lo peor para el final: no anotaron un solo tiro de campo en los últimos 9:16 minutos. Un cuarto periodo bochornoso y adornado por el más que reprochable comportamiento de LeBron James. El alero se quedó sin bajar a defender en una jugada tras pelear un rebote ofensivo. Una acción que recuerda al 'King' James inmaduro y egoísta de su primera etapa en Cleveland, cuando abandonaba la cancha antes de tiempo para no saludar al rival tras caer eliminado en playoffs.

Aún es muy pronto para hablar de crisis en la franquicia de Ohio, pero las sensaciones que desprende el equipo no son las mejores. Hace falta hacer borrón y cuenta nueva para recuperar las fraternales imagenes y buen rollo de un training camp que parece ya lejano en el tiempo. Para empezar, LeBron (22 puntos y 8/21 en tiros de campo)  debe controlar su frustración y evitar algunos gestos que no dejan en buen lugar a sus compañeros. "Nunca es un buen ejemplo, no está bien", reconoce sabedor de que no son las formas de un líder de equipo. "Es algo en lo que tenemos que trabajar. Lo entendemos. Y, por supuesto, empezando por mí", aclaraba tras el encuentro. Un buen comienzo.

Otro que también queda señalado tras este descalabro es Kevin Love. Con ocho puntos firmó su peor marca anotadora del curso, además de airear todas sus carencias en defensa. "Teníamos órdenes explícitas (de Randy Wittman) para atacarle e ir a por él", reconocía Kevin Seraphin. Esa fue la instrucción que recibió tanto él como el brasileño Nene (22 puntos antre ambos). A esto hay que añadir las 19 pérdidas de Cleveland y el 0/6 en triples de un Kyrie Irving que aportó otros 22 tantos.

Aún así, el MVP del pasado Mundial claudicó ante un John Wall que se reivindicó tras haberse quedado fuera de la lista definitiva del Team USA. El base de los Wizards dominó el encuentro a su antojo con 28 puntos, siete asistencias, seis rebotes y cuatro robos para deleite de un Verizon Center que colgó el cartel de no hay billetes por primera esta temporada. "Pienso que es una declaración de intenciones", avisó. El antiguo número uno del draft estuvo bien secundado por un Bradley Beal que va cogiendo forma y aportó 12 puntos saliendo desde el banquillo. 

Mientras los Wizards asoman en la segunda posición del Este, Cleveland debe responder esta misma madurgada ante unos Raptors que son líderes de la Conferencia. Un encuentro complicado, muy complicado, para un equipo con récord negativo (5-6), lo que no le ocurría a LeBron James con mas de diez partidos disputados desde hace seis años. Hay tiempo, pero como explicaba el propio alero antes del duelo, su paciencia "no es eterna". Tengo muy poca tolerancia para este tipo de cosas. Ese es mi mayor examen". Un reto mayúsculo.