Mumbrú, la leyenda de Miribilla y de la Liga Endesa

Álex Mumbrú tuvo que parar la semana pasada. Un problema en la fascia del pie que le llevaba torturando mucho tiempo (parecido a la de la Bomba Navarro estos años) amenazaba con agravarse con una rotura y el capitán del Bilbao Basket no pudo viajar a Las Palmas, donde, curiosamente, su equipo rompió el domingo diez años de sequía: era la única ciudad ACB donde faltaba por ganar. “Andaba renqueante, no acaba de estar bien y antes que estar así, lo mejor era frenar, para que me acabe de recuperar”, expone el alero internacional.

Sí le dio tiempo, ante el CAI hace diez días, a alcanzar su partido 550 en la Liga Endesa, una efeméride agridulce porque el equipo cayó y no es que recibiera un arbitraje del todo imparcial. “No nos dejaron o no pudimos, es pasado. Todo el mundo se confunde, el marcador no fue exacto de cómo discurrió el partido”. Recibió una falta no pitada que pudo ser clave para marcar una senda casi directa a la Copa.

“Hemos pasado tantas cosas juntos, que Alex más que un compañero es un amigo, un ejemplo para todos”. Así se pronuncia Hervelle, su ‘alter ego’ en Bilbao, con el que ha compartido muchas experiencias entre Madrid y Bilbao: títulos, dos subcampeonatos (ACB y Eurocopa) en Miribilla, una huelga… El alero es santo y seña en el Bilbao Basket , donde cumple su sexta temporada (nunca ha estado tantos años seguidos en otra franquicia ACB). Llegó en el traslado de La Casilla al BEC y encabezó el posterior traslado al moderno pabellón bilbaíno. En los 550 partidos en ACB ha firmado una media de 10,3 puntos, 3,7 rebotes, 1,7 asistencias y 9,7 puntos de valoración. El alero es ya líder histórico en minutos y muy pronto podría conseguirlo en el apartado de triples y puntos anotados. Acumula 18 campañas en la élite y se estrenó el 6 de septiembre de 1997, en un Festina Joventut-Valvi Girona (100-99). Jugó 11 minutos en una cita sin prórroga pese al alto tanteo, y metió dos tiros libres en una velada en la que Middleton, en el cuadro visitante, hizo 38 de valoración.

Mumbrú se ha situado en Bilbao al nivel de iconos como Vidorreta, Salgado y Banic, y va a acabar (por cómo se vació en la crisis que estuvo a punto de enviar el club al olvido) como el jugador más importante de la historia del club. Por cierto, el consejo celebra una junta el día 29 en Miribilla para aprobar las cuentas y hablar del proyecto de 2015.

Fue muy significativo su lenguaje corporal en canastas decisivas, como ante el Oldemburgo hace un año en la Eurocopa. Consumó, de esa forma, otro milagro europeo, pues el equipo, como en otras tardes en Euroliga y en la propia Eurocopa del curso pasado, parecía abocado a la eliminación. Había pasado momentos delicados tras la llegada de su tercer hijo, Aleix, y soltó toda la rabia. “El talismán”, posó en ‘twitter’ con su pequeño en brazos tras ganar a los alemanes.

Su imagen no le hace justicia. De inicio parece distante, engreído tal vez. ¿Será una coraza? En 550 partidos ligueros en ACB se ha ganado ser uno de los grandes de Europa y del mundo. Su juego de espaldas es de otra galaxia. En Badalona, Madrid y ahora Bilbao siempre se esforzó por integrarse en la ciudad. Ahora todos descubren un hombre asequible y cordial. Apodado por sus amigos Raúl y Hervelle como ‘El tocha’, es el alma y la salsa de todos los vestuarios. Es el primero en participar en iniciativas solidarias. Así, el Bilbao Basket apoya la tercera edición de la gran campaña de recolecta de alimentos del Banco de Alimentos de Bizkaia, que se celebrará mañana y pasado, y el capitán y un miembro del consejo de administración se convertirán en voluntarios en el supermercado de El Corte Inglés de la Gran Vía bilbaína mañana a las 12:00 horas. Se trata de una iniciativa que cuenta con la colaboración de 151 supermercados y grandes superficies de Bilbao y Bizkaia. Además, con Sito Alonso existe una complicidad perfecta (y eso que el técnico le lanzó una buena tunda dialéctica recientemente) y así les va a ambos.

Curiosamente, otro ojito derecho del Bilbao Arena, el base del Estudiantes Javi Salgado (al que algún desaprensivo retiró la camiseta del techo de Miribilla, que a su vez le habían retirado por leyenda) llega el domingo al ‘territorio Mumbrú’. El base tiene más de 350 partidos en la máxima competición, que tampoco está nada mal. A Alex sólo le superan en activo Felipe Reyes y Juan Carlos Navarro, sus colegas de La Roja. “Son dos buenos amigos, gente muy importante. Ellos empezaron a jugar con el primer equipo antes que yo. Al final vas cumpliendo años y partidos casi sin querer (risas). Estaría bien llegar hasta los 600”, indica el alero catalán. Mumbrú no es un jugador especialmente obsesionado por los números.“No supone mucho llegar a 550, es una cifra bonita… son buenos números un cinco y otro, pero lo que más me habría gustado es celebrarlo con una victoria. 600 igual sí te hace más ilusión”.

-Y de estos 550 partidos ¿con qué momento se queda?

No se piensa ni un segundo la pregunta de AS. Y se desvía hacia algo que nada tiene que ver con la Liga Endesa: “Cuando fuimos campeones del Mundo, allí, en Japón. Si tuviera que escoger algo de mi carrera, me quedo con aquello”.