ESTRELLA ROJA 72 - REAL MADRID 79

La defensa rescata al Madrid en el infierno de Belgrado

Los de Laso vencieron al Estrella Roja poniendo fin a su racha negativa. Jugó Slaughter y brilló sujetando a Marjanovic. Rudy, Sergio, Felipe y Llull, destacados.

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EUROLEAGUE

El Madrid llegaba a Belgrado con serias dudas tras encajar cuatro derrotas en los últimos cinco partidos de Liga, las dos últimas consecutivas. Le recibió el infierno que esperaba en el Kombank Arena, casi lleno por 18.920 ruidosos hinchas serbios. Y recuperando una de sus principales virtudes, la defensa, salió airoso del marrón que tenía delante contra el equipo revelación de la Euroliga, el Estrella Roja. Nada fácil. Victoria importante en un duelo duro, pero no nos engañemos, aún hay mucha tela que cortar. Y mucho Top-16.

Los de Laso arrancaron con voluntad de reaccionar desde atrás y controlar el rebote. Lo consiguieron con cambios, ayudas sobre Marjanovic —hasta tres jugadores a la vez intentaron alejar al gigante serbio de los tableros— y anticipación, pero el ataque no funcionó. De no ser por eso, el inicio blanco hubiera sido más cómodo. Fallaba en los triples (1/7 de salida y 4/13 antes del descanso). Marjanovic se fue al banquillo con 7 puntos y 6 rebotes en 10 minutos (acabó el partido con 9 y 7), pero Jenkins y, sobre todo, Mitrovic (gran futuro) sostuvieron bien al Estrella Roja.

Entre el segundo y el tercer cuarto llegó un carrusel de parciales, muy del rollo de este Madrid ciclotímico: 0-5, 9-0, 0-8, 0-6, 8-0... desquicie para los alterados nervios de Laso y compañía. Hasta un demoledor 0-14 propiciado, lo que son las cosas, por cuatro triples seguidos de esos que poco antes no entraban, de Llull, Rudy (dos para el renacido alero) y Sergio Rodríguez. En este rato de inspiración destacó la defensa de Slaughter a Marjanovic, pese a los 17 centímetros de diferencia a favor del MVP de lo que va de torneo. El pívot, tan madridista como Tomás Roncero, sustituyó a Mejri por decisión técnica y Campazzo no jugó. Así las cosas, a diez minutos del final la ventaja madridista era holgada (+13, 45-58).

Y lo que hace la confianza de verse al mando. El equipo blanco rompió a jugar como no la hacía desde hace tiempo. Con la batuta maestra de Sergio (7 asistencias) y de Llull (9), la clase de Rudy, Reyes y Nocioni... Para entonces, en el Estrella Roja sólo anotaba Zirbes (8 puntos seguidos) y la distancia llegó a ser de 18 tantos (47-65, min. 32). Una lástima que dos últimos minutos de desconexión afearan un triunfo que debería ser terapéutico.