Carmelo Anthony explica, a través de un vídeo en 'Bleacher Report', que no tiene intención de no jugar más lo que queda de temporada (45 partidos en el caso de sus Knicks). "Estoy bien. No doy por terminada mi temporada todavía. Simplemente me estoy tomando un tiempo para recuperarme", explica el alero sobre las molestias que viene arrastrando en la rodilla izquierda desde el inicio del curso y que le han hecho perderse los tres últimos partidos de los neoyoquinos.

Unas declaraciones que contradicen en parte lo expresado por Derek Fisher hace apenas unos días. "Puede haber llegado el momento en el que tomar esta decisión", reconocía el técnico, quien sin embargo, aclaraba que de llevarse a cabo, habría que contar con con el beneplácito del jugador: "No podemos forzarle".

Lo cierto es que, esté Carmelo o no sobre la pista de aquí al próximo mes de abril, los aspiraciones de los Knicks para esta campaña se han desvanecido. Actualmente son el equipo con el peor récord (5-32) de toda la Liga y desde los despachos del Madison sólo se piensa ya en planificar el próximo año. Así se entiende el traspaso llevado a cabo este martes con Cleveland y Oklahoma City y en el que los de Manhattan se desprendieron de JR Smith e Iman Shumpert (además de cortar a Samuel Dalembert) con el objetivo de liberar margen salarial de cara al verano.

Como no podía ser de otra forma, 'Melo' entiende las frustraciones en torno al equipo. Muchos seguidores de los de la Gran Manzana había visto dispararse su ilusión tras la llegada de Phil Jackson a los despachos. Sin embargo, su primer poryecto al frente del equipo en el que ganó dos anillos como jugador está resultando un fiasco. Pese a ello, el siete veces all star pide paciencia: "Diré que tras la decepción, los grandes momentos acaban por llegar. Toca ser pacientes con el equipo, la organización, el plan y el viaje que estamos llevando a cabo". "La grandeza no llega de la noche a la mañana y eso es lo que estamos intentando construir", recalca.

Elogios. Mientras tanto, y pese a que Anthony parece haber perdido la atención mediática que sí reciben otras superestrellas, Paul Pierce explicaba en 'The Players Tribune' que el de New York es el jugador que más le ha costado defender a lo largo de su carrera. "Su mezcla de fuerza, liderazgo y agilidad, junto con su clase mundial tanto para tirar como para ir al aro hacen que no te puedas tomar ni un respiro cuando estás enfrente suya", explica 'The Truth', quien deja por detrás a LeBron, Vince Carter, Tracy McGrady y Kobe. Palabras mayores.