"Ahora todo es muy diferente. Soy capaz de jugar. Ya no tengo que preocuparme por las miradas del resto cuando fallo, nada de eso. Los entrenadores me han dicho que sea yo mismo, que juege de manera agresiva. Y una vez que te dicen eso es fácil", explicaba Dion Waiters después de darle la victoria a su nuevo equipo, los Thunder, con un triple a 23 segundos del final que ponía a Oklahoma cuatro arriba en el marcador ante los Jazz. El escolta salió mal de los Cavaliers, en medio de una polémica por su mala relación con el resto de estrellas de la franquicia (LeBron, Irving y Love), y no ha tardado ni tres partidos en criticar a su exequipo.

El partido, más allá del triple y posterior rajada de Waiters, dejó para la historia una de las canastas más inverosímiles que se hayan visto sobre una cancha de la NBA. Gordon Hayward saca de banda hacia un Trevor Booker que está en el poste. Éste, nada más recibir el balón realiza un palmeo de espaldas, a cuchara, que termina entrando dentro del aro. Impresionante.

"No me vas a creer, pero yo realmente practico esos tiros. Así que se puede decir que el trabajo duro finalmente dio sus frutos", explicaba después Booker, que nada más meter el tiro hacía gestos como que no sabía lo que había hecho. "Algo así no pasará otra vez", resumía Kevin Durant.

A Oklahoma le costó vencer a Utah. Los de Scott Brooks todavía están en proceso de acoplamiento no sólo a la llegada de Waiters, su rol y su mezcla con Reggie Jackson y Westbrook, sino a la vuelta del propio Russell y de Kevin Durant, que regresaron fuertes pero a los que el día a día de la NBA está afectando. Brooks no los quiere forzar, pero los Thunder necesitan victorias "ya" para asegurar los Playoffs. Ahora mismo están a tres triunfos de unos Suns que no les pondrán una alfombra roja, y entre medias viajan unos Pelicans nada asequibles. Con esas, Oklahoma suele sufrir antes del descanso, intentando cerrar encuentros sin un gran esfuerzo de sus estrellas, pero cuando no lo consiguen, como esta noche, tienen que aparecer. De los 25 puntos de los Thunder en el último cuarto, diez de ellos fueron de Durant (32 al final), siete de Waiters (15) y seis de Westbrook (25), patrón de lo que en teoría veremos, si llegan, en los Playoffs de abril. El +/- es claro, +20 con Durant, Westbrook e Ibaka en pista y -10, en general, con los suplentes. Ibaka se quedó en 12 puntos y 7 rebotes.

La pieza más complicada de encajar en el puzzle de estos nuevos Thunder es, sin duda, Reggie Jackson. Instalado desde el adiós de Harden en ese rol de sexto hombre, acompañando a Westbrook como base en momentos decisivos, la llegada de Waiters le relega a puesto de 'suplente de Westbrook', algo lógico visto el roster de Oklahoma City pero injusto para un jugador de su calidad. Es el año de su renovación y no debería sorprender verle salir antes del cierre del mercado de traspasos.