Segunda derrota consecutiva para unos Warriors que por primera vez en mucho tiempo ya no son el mejor equipo de la NBA. Ahora, ese privilegio le corresponde a unos Atlanta Hawks que encandenan ya 18 triunfos consecutivos. El equipo que dirige Steve Kerr sumó su octava derrota del curso en Salt Lake City, donde fue superado con claridad (110-100) ante unos Jazz en los que destacó una figura por encima del resto: Gordon Hayward. El alero sumó 26 puntos, 15 rebotes, seis asistencias y tres robos de balón. Sublime.

Pero no fue el único que destacó en los de Quin Snyder. Junto a los 15 tantos aportados por Derrick Favors, el banquillo de Utah tuvo gran parte de culpa en la victoria. Especialmente bien estuvieron los reservas Trevor Booker, Trey Burke y Rudy Gobert. Entre los tres sumaron 42 puntos, 19 rebotes y 10 asistencias. Demasiada munición para unos Warriors que acusaron la falta de protagonismo de Klay Thompson. El escolta sólo aportó 12 tantos en 31 minutos, dejando a Curry solo ante el peligro. Pese a ello, el talentoso base se las ingenió para conseguir 31 puntos, siete rebotes y seis asistencias.

"No tuvimos la suficiente energía para ganar fuera de casa a un equipo joven y hambirneto", resumió Steve Kerr.