María Conde (14-1-1997) va a emprender una nueva etapa en su prometedora carrera deportiva la próxima temporada. Tras pasar toda su vida deportiva en el Movistar Estudiantes, la joven alero cambiará Madrid por Florida, donde competirá en la NCAA. Un destino conquistado por su elevado talento e increíble ética de trabajo, sorprendente para una jugadora de tan sólo 18 años, que es la tercera máxima anotadora de su categoría (LF 2B) con 16,7 puntos por encuentro y la séptima más valorada con 15,8 de media.

¿Cómo se definiría María Conde como jugadora?

Soy polivalente y muy trabajadora. Puedo jugar en muchas posiciones diferentes, dependiendo de las necesidades del equipo.

En el Movistar Estudiantes juega de alero y en la Selección, de ala-pívot, ¿dónde se siente más cómoda?

De exterior. Me gusta mucho jugar de dos o de tres. En la Selección hay muy buenas jugadoras en posiciones bajas, lo que obliga a las aleros altas a jugar de interiores. No hay problema.

Su padre practicó taekwondo y su hermano es portero en las categorías inferiores del Atlético de Madrid. El deporte es algo natural en su familia.

Desde pequeña he estado vinculada al deporte: fútbol, taekwondo, judo, tenis, natación, he montado a caballo... un poco de todo. Mis padres siempre me han tenido metida en el mundo del deporte.

Estuvo a punto de ingresar en el Atlético de Madrid para jugar al fútbol, ¿cómo se decidió finalmente por el baloncesto?

Un día estaba en el coche con mi padre y le dije que me apetecía probar. Estuve un año haciendo fútbol y baloncesto a la vez, y la temporada siguiente, cuando hable con el Atlético, Estudiantes me llamó para formar parte de la cantera. Ahí ya me tuve que decidir. No podía compaginar los dos deportes y me decidí por el baloncesto.

¿Cómo lleva compaginar estudios y baloncesto?

La verdad es que no me cuesta demasiado. Es principalmente esfuerzo y lo voy sacando. El poco tiempo libre que tengo, lo aprovechó. Si tuviera más, haría otras cosas a parte de estudiar... estaría más tiempo durmiendo (se ríe).

Desde 2007 en el Estudiantes, ¿qué le ha dado el club?

Todo lo que sé de baloncesto, pero sobre todo un sentimiento de familia, de sentirme en casa y arropada por todo el mundo. Eso es lo más importante.

Y el próximo año a Florida State, de la NCAA, ¿miedo ante esta nueva experiencia?

Siempre hay algo de miedo al cambiarse de país y empezar cosas nuevas, pero tengo muchas ganas.

¿Cómo se han tomado sus padres que se vaya a EE. UU.?

Están encantados. Es una oportunidad de estudiar una carrera en el extranjero y compaginarla con el baloncesto, algo que aquí es complicado. Allí te ponen muchas más facilidades para jugar y estudiar.

¿Cómo contactan contigo?

Como en la mayoría de los casos. A través de las redes sociales te suelen escribir o por algún contacto en común. En Florida State hay una entrenadora que jugó aquí. Ella fue la que me escribió.

¿Cómo la convenció?

Hablando todos los días y contándome un poco lo que hay ahí. Pero al final es el feeling, lo que tenga la universidad y lo que sientas por ella. Allí todas tienen un montón de cosas muy parecidas.

¿Recibió más ofertas de Estados Unidos?

Sí. Incluso fui a visitar otras universidades, entre las que no estaba Florida State, como Florida, Georgia Tech y Rutgers.

Allí la espera Leti Romero, ¿qué la ha contado?

Está encantada. Dice que es una buena decisión y que está compitiendo a muy alto nivel.

Pero antes de la NCAA toca acabar la temporada con el Estudiantes en LF 2, ¿cómo se está viendo?

El año pasado ya jugada en esta la categoría, aunque no tenía tantos minutos. Sara Rodríguez (ahora en el Rivas Ecópolis) acumulaba mucho tiempo en mi posición. Pero eso hizo que este año ya estuviera acostumbrada a la categoría. Jugaba menos, pero competía con gente mucho más física y fuerte en mi posición. Esta temporada estoy bien, cómoda, teniendo minutos y no me siento fuera físicamente.

Recibe muchos elogios, deben sentar bien.

Son una motivación. Siempre está bien escuchar cosas buenas, pero al final tampoco importa lo que opine el resto. Vengan críticas, buenas o malas, lo importante es cómo te sientes tú. Estoy trabajando bien y muy contenta.

¿Cómo ve el baloncesto femenino en los medios?

Sólo se habla de él cuando pasa algo espectacular. Cuando hay una actuación muy buena o se gana un campeonato y el resto del tiempo no se dice nada. Se tendría que hablar mucho más.