BULLS 91 - GRIZZLIES 101

Marc Gasol (24) reina en la casa de Pau (13-11) y Mirotic (18)

Los Grizzlies ganan en el United Center gracias a un fantástico tercer cuarto de Marc Gasol. Mirotic, luz de Chicago en el amago de remontada.

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NBA

El United Center de Chicago acogió un nuevo enfrentamiento entre los hermanos Gasol, el 20º en la NBA y el primero después del histórico salto inicial en el All Star Game. Ganó Marc, como en ocho de los 19 anteriores, y ganó Memphis, con él y por él. Gracias a los errores finales de unos Bulls perdidos si no aciertan los jóvenes (Snell y Mirotic) y con un grave problema en la dirección, donde Aaron Brooks y Kirk Hinrich dejan mucho que desear.

Pau y Marc se dieron un abrazo antes del partido y se repartieron golpes durante los 48 minutos siguientes. Rivalidad sana, de patio trasero de casa, donde Marc ya ha demostrado que se siente cómodo. Empezó mejor Pau, único buque al que se agarró Chicago hasta que entró Mirotic. Y sufrió Marc, que en su búsqueda de lo más favorable para el equipo se olvidó de retar a su hermano y a la pintura de los de Illinois, circunstancia que después resultaría diferencial. Memphis jugaba mejor pero no terminaba de escaparse en el marcador y el partido llegaba al descanso un tanto escaso de ritmo y emoción (39-41 para los de Tennessee). Para alegría quedaba la camiseta verde de Chicago con motivo del Día de San Patricio (17 de marzo), algo discutida en el ambiente.

Tras el intermedio, despertó Marc Gasol y despertaron los Grizzlies. En una actuación estelar, el pívot de Sant Boi deleitó con nueve minutos maravillosos en los que anotó 15 puntos, canastas sobre su hermano y 2+1 incluidos. Pau se desesperaba con los árbitros y Marc sonreía, sabedor de que esta noche la cena no la pagaba él. Memphis se alejó (65-73 al final del tercer cuarto) y el partido parecía visto para sentencia.

Pero Mirotic dijo no. Por Chicago comienza a instalarse la idea de que cuando vuelva Taj Gibson (el suplente de Pau y Noah) Thibodeau no debería cortar los minutos de Niko Mirotic. Haría bien el técnico, porque el hispano-montenegrino está mostrándose como lo poco salvable del juego ofensivo de Chicago. Se atreve, reta y contagia, algo clave para un jugador como Tony Snell, al que el adjetivo de tímido se le quedaría corto. Nikola abrió el grifo con un 2+1 y un canastón tras un giro de 360 grados, y Snell sacó su fusil. Entre los rookies levantaron el United Center e infligieron un parcial de 23-6 que ponía a Chicago por delante en el marcador: 88-84. De esos 23, ocho fueron de Mirotic y 11 de Snell.

Mientras Memphis terminaba de sufrir el parcial, Dave Joerger decidió dar entrada a Marc, Jeff Green y Mike Conley, que habían visto el desembarco desde el banquillo. Mirotic, que había sufrido para defender a Green durante todo el encuentro, no encontró las mismas facilidades que en el pick&roll con Noah y Koufos de defensor. Y Conley, que lleva en un bache de juego desde el All-Star, se sacó de la manga cuatro minutos de excelso juego para decantar el triunfo. Su dirección, comparada con la de Brooks, habla a las claras de los problemas de Chicago en el puesto de base. Ni Brooks ni Hinrich tienen el nivel de sus rivales en los Playoffs, y ahí los Bulls sufrirán.

Entre medias, una técnica absurda (por la razón, no por la decisión) a Chicago por jugar con seis jugadores. Un error de comunicación y una jugada que terminó de decidir el encuentro: 88-95 a dos del final. Marc Gasol acabó con 23 puntos, 4 rebotes y 4 asistencias, además de dos tapones. Máximo anotador del encuentro habiendo realizado una primera mitad bastante regular. Bien Jeff Green (19) y Randolph (16 y 9 rebotes). En Chicago, 21 para Snell y 18 y 12 capturas para un gran Niko Mirotic. Pau Gasol sumó su doble-doble número 43 de la temporada, líder en este apartado. Anotó 13 puntos (6 de 14 en tiros) y capturó 11 rebotes.