La clase del 2013 ha dicho basta. Después de que su draft fuera considerado como uno de los peores de los últimos tiempos, muchos de los ya jugadores de segundo año (sophomore) están explotando como referencias, no sólo en sus equipos, sino también de la NBA. Victor Oladipo, Nerlens Noel (aún novato), Kentavious Caldewell-Pope, Michael Carter-Williams... son algunos de los nombres que comienzan a teñir las páginas de los principales medios deportivos por sus actuaciones individuales y su influencia en la Liga. Aunque hay una mancha muy grande entre ellos: Anthony Bennett.

En esta primera parte, presentaremos a los 15 primeros picks de aquel draft:

1. Anthony Bennett (Minnesota Timberwolves, drafteado por los Cleveland Cavaliers): el número uno del draft sigue siendo una incógnita para todos. Todavía es desconocido que papel desempeñará su futuro, aunque su parecido con Kwame Brown (uno de los peores números uno del draft) es cada día un poco más grande. Su primer año con los Cavaliers fue un desastre. Disputó 52 partidos, ninguno de ellos como titular, en un equipo que en esos momentos estaba en plena reconstrucción. Anotó y reboteó poco y mal para un jugador que vive en la zona (4,2 puntos -35,6%- y 3,0 rebotes). Y este año tampoco ha sido diferente. Tras ser traspasado a los Wolves, junto a Wiggins, en la operación que llevó a Kevin Love a los Cavs, su figura has sido, poco a poco, fagocitada por la competencia en su puesto. Después de 53 encuentros (3 como titular) cayó lesionado y aún no hay fecha para su regreso. Media 2014-15: 5,2 puntos y 3,8 rebotes.

2.Víctor Oladipo (Orlando Magic): una de las piedras angulares en la reconstrucción de los Magic. Rápido y anotador, es un líder en el campo. Una lesión le hizo perderse ocho partidos al inicio de la temporada (sólo ha faltado a uno más), pero desde ese momento no ha parado de crecer. Su ritmo anotador es vertiginoso, alcanzando en 20 ocasiones los 20 o más puntos y en cuatro de esas, superó los 30. Su récord esta campaña está en 38 (Phoenix Suns, 4 de marzo). Media: 17, 6 puntos y 4,0 asistencias.

3. Otto Porter (Washington Wizards): su presencia, poco a poco, va siendo mayor en los Wizards, pero todavía no ha dado el salto de calidad necesario para llevar con la cabeza alta ese número tres del draft. Aunque si cabe destacar su habilidad en defensa para controlar las líneas de pase, su agilidad para los cortes y para colarse entre las defensas rivales. De todas formas, su principal función debe ser aprovechar los minutos que tiene y aprender de la excelente clase y profesionalidad de Paul Pierce, si quiere llegar a lo más alto en la NBA. Media: 5,9 puntos y 2,9 rebotes.

4. Cody Zeller (Charlotte Hornets): la palabra que mejor le define es crecimiento. Empezó de suplente de Marvin Williams y ya le ha arrebató el puesto. Hermano de Tyler (Celtics), este pívot de la Universidad de Indiana tiene un techo ilimitado y compartir pista con Al Jefferson, uno de los mejores pívots de la NBA, le ayudará a dar un paso más en una carrera prometedora. Media: 7,7 puntos y 5,8 rebotes.  

5. Alex Len (Phoenix Suns): ha llegado el momento que estaba esperando. Tras una primera temporada en la que parecía que iba a comerse el mundo, fue conducido al ostracismo del banquillo por algún que otro problema físico y por la presencia de Miles Plumlee. Esta campaña comenzó similar, pero todo cambió a mitad de la misma. Logró arrebatarle su lugar a Plumlee y, ahora, con el traspaso de este a los Bucks, el cielo se ha abierto delante de él y es dueño y señor de la zona de los Suns... y de su futuro. Media: 6,3 puntos y 6,6 rebotes.

6. Nerlens Noel (Philadelphia 76ers): un año hemos tenido que esperar, pero ha valido la pena. El pívot de los Sixers es la imagen de pívot dominador. Fuerte y ágil, rebotea con asiduidad y tapona con facilidad. Aun así, debe ganar peso para hacer frente a centers de gran tamaño como DeMarcus Cousins, otro de los altos salidos de la factoría de Kentucky estos últimos años. Media: 9,2 puntos, 7,8 rebotes y 1,9 tapones.

7. Ben McLemore (Sacramento Kings): titular indiscutible en los Kings, McLemore salta entre el protagonismo y la marginación de un encuentro a otro. Es decir, puede pasar de 27 puntos a 4  sin pestañear. Esta inconsistencia no le hace ser fiable del todo, aunque tiene tiempo y confianza (por parte de los técnicos) a raudales, ya que una de los hombres llamados a hacerle la competencia, el rookie Nik Stauskas, no ha cumplido con las expectativas creadas. Media: 11,9 puntos y 2,9 rebotes.

8. Kentavious Caldwell-Pope (Detroit Pistons): si desea un tirador, y más desde la línea de tres puntos, este es su hombre. Titular indiscutible, es magnífico desde el perímetro. Su función como francotirador le hace ser un peligro constante para los rivales y un valor añadido para el ataque de Stan Van Gundy, con el que ha crecido en capacidad anotadora. Media: 12,2 puntos y 3,0 rebotes.

9. Trey Burke (Utah Jazz): su trayectoria desciende en vez de ascender. Se esperaba mucho de él tras ser nombrado tres veces rookie del mes en la Conferencia Oeste y ser el único que hizo algo de sombra a Michael Carter-Williams, pero se ha estancado en números y sensaciones. Incluso ha perdido la titularidad en favor del nuevo novato de moda en Salt Lake City, Dante Exum. Media: 12,5 puntos y 4,4 asistencias.

10. C.J. McCollum (Portland Trail Blazers): sólo ha podido demostrar que cuando tiene el día sabe anotar (con discreción), pero muy poco más. Es el problema de ser elegido por uno de los grandes equipos: ganas partidos, pero tienes pocas oportunidades. Promedia 12,8 minutos esta temporada, sólo 0,3 más que en la primera. Para crecer debe elegir un nuevo destino, sino verá pasar su carrera desde el banquillo. Media: 4,7 puntos y 1,0 rebotes.

11. Michael Carter-Williams (Milwaukee Bucks, drafteado por Philadelphia 76ers): el rookie del pasado año se vio envuelto, en los estertores del plazo de traspasos, en la loca política de altas y bajas que tienen los Sixers. Después de una fantástica campaña en Philadelphia, donde se convirtió en la piedra angular de la reconstrucción, el base disfruta y hace disfrutar a los aficionados de unos Bucks que han visto, en su llegada, un paso más en el fortalecimiento de su equipo. Carter-Williams sabe anotar con facilidad, lo que no le impide ser un buen distribuidor de juego, aunque ahora en Milwaukee ha descendido algo en esta faceta. Media: 14,8 puntos y 7,0 asistencias.

12. Steve Adams (Oklahoma City Thunder): uno de los pocos rookies de los últimos tiempos que Scott Brooks ha decidido dar buen uso. Tras una primera temporada en la que vivió bajo la figura de Perkins, este año se ha hecho con la titularidad ganando él y ganando los Thunder. Con más movilidad, anotación y capacidad para los rebotes que el actual jugador de los Cavaliers, Adams está tratando de no volver a perder el tren con la llegada de Kanter y con la explosividad contagiosa de Mitch McGary. De su rendimiento durante la baja de Ibaka, depende mucho su futuro. Media: 7,5 puntos y 7,1 puntos.

13. Kelly Olynyk (Boston Celtics): irregular. Ha recorrido el camino opuesto al deseado: de ser la gran esperanza en el juego interior a quedar relegado al banquillo. Su papel fue de lo más destacado en los Celtics el año pasado, pero una lesión ha dado la oportunidad a un Tyler Zeller que le ha robado el puesto. Su crecimiento, sin embargo, no se ha detenido y todavía no hay darle por perdido. Media: 10,3 puntos y 5,1 rebotes.

14. Shabazz Muhammad (Minnesota Timberwolves): las lesiones se han cebado con él desde que comenzó en la NBA y no podremos disfrutar de él hasta la próxima temporada. Mala noticia pues en estos actuales Timberwolves tenía la oportunidad de acumular minutos y experiencia por los males físicos de la franquicia durante todo el año. Media: 13,5 puntos y 4,1 rebotes. *

* (FE DE ERRATAS: el artículo original ha sido corregido al confunir la posición de Muhammad en la primera versión).

15. Giannis Antetokounmpo (Milwaukee Bucks): simplemente maravilloso. Uno de esos jugadores atléticos y completos por los que vale la pena pagar una entrada. The Greek Freak está llamado a ser uno de los grandes animadores de la Liga con su gran zancada (capaz de ir de canasta a canasta en cinco pasos) y por su visión de juego. Tanto es así, que durante el verano, se rumoreó de su capacidad para ser base y Kidd, su actual entrenador, meditó darle ese rol para crear un nuevo Magic Johnson. Media: 12,8 puntos y 6,7 rebotes.