MOVISTAR ESTUDIANTES 83 - DOMINION BILBAO 77

Pietro Aradori agrava la crisis a domicilio del Dominion Bilbao

El Bilbao encadena cuatro derrotas lejos de Miribilla. Tuvo la jugada para forzar la prórroga, pero Raúl López y Williams no se entendieron.

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El Movistar Estudiantes agudizó un poco más la crisis del Dominion Bilbao fuera de casa. Los de Sito Alonso tienen dos caras: siete triunfos seguidos en Miribilla (sólo ha ganado allí el CAI) y cuatro derrotas consecutivas lejos del feudo vizcaíno. El equipo vasco no aprovechó las bajas del equipo colegial, que tapó esos huecos con un letal Aradori (22 puntos), una hormiguita como Simpson, la insistencia de Nacho Martín, el físico de Rabaseda, el acierto final de Slokar… Y eso que el Bilbao consiguió meterles el miedo en el cuerpo. Con 9 puntos de Mumbrú y cinco de Bertans, (del 72-62 al 78-77), el equipo vasco tuvo la jugada para llevar el partido a la prórroga. Pero Raúl López no se entendió con Williams.

En el primer cuarto, sólo las pérdidas lastraron a un Bilbao Basket enchufado más allá de la línea de 6,75. Dejan Todorovic, que regresaba tras cumplir su sanción, acertaba de tres y ponía a su equipo por primera vez por delante (15-17): los de Sito Alonso llevaban 5 de 8 en triples (3 de 3 para Bertans). Con el juego exterior tocado por las lesiones (Juancho Hernangómez, Van Lacke y Salgado), Simpson asumió el protagonismo en la pintura. El pívot se revolvió bien en la zona y al descanso llevaba 7 puntos, 5 rebotes y 2 tapones para 15 de valoración.

Aradori comenzó muy activo y el Estu se puso ocho arriba en el segundo cuarto (29-21, min. 14), justo antes de que Colom se vengara de la guasa de la Demencia que le gritaba “MVP, MVP” cada vez que cogía el balón. El Quino Colom actual no tiene nada que ver con el que no encajó el año pasado en el Ramiro. Y este domingo se encargó de demostrarlo. Un contraataque en el que engañó a Jaime Fernández, un tirito cómodo desde la esquina, un 2+1… Todo seguido para empatar el partido a 29.

El pasado verano Kyle Kuric puso rumbo a Las Islas y el rol de tirador quedó algo huérfano en el Movistar Estudiantes. Nunnally aguantó –y resolvió- poco, pero los impagos del Galatasaray le dieron al club colegial un regalo navideño anticipado. Aterrizó Pietro Aradori y el Estu disfruta con él. El italiano anotó 11 puntos en el tercer cuarto (con un 2+1 puso el 55-45) y el equipo colegial bailaba a su ritmo. Pero a seis minutos para el final cometió la cuarta. Problemas para el Estu. Jaime Fernández cogió el testigo y con cinco puntos seguidos calmó las aguas, que Mumbrú se encargó de revolucionar antes de esa falta de entendimiento entre Raúl López y Williams. La crisis a domicilio del Bilbao sigue abierta.