WARRIORS 90 - GRIZZLIES 97 (1-1)

Conley y la defensa de los Grizzlies maniatan a los Warriors

El base regresó para empatar la serie. Tercera derrota del curso para Golden State como local. Gris noche del MVP Curry. Soberbio Tony Allen. Marc, 15-6-3, pese a las faltas.

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El día en el que Stephen Curry estrenó su condición de MVP, los Warriors perdieron su tercer partido del curso como locales. Los Grizzlies lograron imponer su ritmo y maniatar a los locales en defensa para asaltar (90-97) el fortín del Oracle Arena. Poco tuvo que ver este segundo partido con el primero. Salvo un 4-2 al inicio, la franquicia que dirige Steve Kerr fue a remolque de los de Tennessee durante toda la noche. El mejor equipo de la liga regular no pudo practicar su vistoso estilo de juego y chocó contra el mismo muro una y otra vez. Entre el magnífico trabajo para cerrar su aro con un sinfín de ayudas y ajustes constantes y las 20 pérdidas de los locales, Memphis encontró una veta y la vía para pelear por llevarse la serie. Una eliminatoria que ahora viaja a la ciudad de Elvis con un 1-1 que hace que sean los osos quienes cuenten con el factor cancha a favor.

Los de  Dave Joerger salieron mucho más enchufados, con ganas de dejar atrás su mala actuación del domingo. Y lo consiguieron desde el primer momento al colocarse con un 13-24 a falta de algo más de dos minutos para el cierre del primer periodo. Poco importó que Marc Gasol tuviera que irse al banquillo al poco de comenzar tras ver como le indicaban su segunda falta personal a los 6 minutos de partido. Mike Conley regresó tras ser operado de varias fracturas en la cara y pese a la aparotosa máscara que lució, fue el encargado junto a Zach Randolph de dar las primeras ventajas importantes a los Grizzlies. Por si alguien tenía alguna duda, el base se encargó de demostrar lo mucho que su equipo le necesita. Con él al fente, Memphis fue otro equipo bien distinto al del primer envite. Con 22 puntos (y una gran serie de 8/12 en tiros de campo), Conley fue el máximo anotador de los suyos.

Con Klay Thompson desentonado durante toda la noche, Steve Kerr dio entrada a Leandrinho Barbosa para que ejerciera de apagafuegos. Dio resultado. El brasileño lideró un parcial de 15-4 que hacia presagiar que Golden State estaba de vuelta (28-30). No fue así, en buena parte debido a que no hubo manera de que sus tiradores pudieran ver aro con asiduidad. Locales y visitantes sufieron una suerte de descompresión durante todo el segundo cuarto, lo que permitó a los segundos marcharse dominando al descanso por 39-50 gracias a un arreón final (0-9) para concluir el segundo acto. Contando la liga regular y lo que llevamos de Playoffs, es la segunda vez que los de la Bahía no llegan al intermedio con al menos 40 puntos en su casillero.

Y es que, hay que decirlo de nuevo, la defensa de los osos rozó la perfección durante muchos momentos. Randolph y Marc (el español acabó firmando un 15-6-3 pese a estar muy condicionado por las faltas) sellaron el aro y los exteriores acabaron desesperando sus rivales con su rapidez de piernas y solidaridad. Pero merece la pena destacar el partidazo defensivo que completó Tony Allen. No paro de incordiar a quien tuvo enfrente, llegar a puntear todos los tiros y acabar coronándose con sus cuatro robos como ese líder tan silencioso como necesario. Fue una auténtica pesadilla para los Warriors, y sino que se lo digan a Curry. Steph llegó a experimentar en sus carnes ese incómodo arte consistente en ver cómo tu defensor te pone la mano en la cara cuando efectuas tus lanzamientos.

A todo tipo de técnicas recurrieron los Grizzlies para frenar al MVP y al que fuera su gran verdugo 48 horas antes. Y dio resultado, pese a que nunca se escondió, acabó con un 7/19 en tiros de campo que le repotaron un total de 19 tantos. Escaso bagaje, sobre todo si el resto de tus compañeros padece la misma desviación de mirilla. Kerr intentó todo tipo de soluciones, como jugar con un small ball para incrementar el ritmo y lograr puntos fáciles en contraataques y transiciones. Sin embargo, no era el día para que funcionasen este tipo de experimentos. Memphis aguantó los intentos por acercarse en el marcador de los Warriors para acabar amasando sin sufrir un exceso una victoria vital. No en vano, son junto a los Spurs y los Bulls, los únicos en ganar en Oakland. Los osos abandonan California con la moral por las nubes. Pero no pueden relajarse, enfrente sigue estando Curry y su tropa.