Allen Iverson estuvo presente el pasado jueves durante la presentación de las nuevas camisetas de los Sixers. Una ocasión que 'The Answer' aprovechó para expresar su deseo de volver a trabajar como miembro del organigrama directivo para la franquicia con la que jugó las Finales de 2001. "Sería una gran honor, una de las mayores bendiciones. Puede que no sepa todo para distinguir a un talento físico o algo parecido, pero tengo una mente aguda y soy capaz de mirar a alguien a los ojos. Para mí soy un genio del baloncesto, realmente lo creo. Así que podría ayudar a esta franquicia en cualquier cosa que me pidan. Es lo que voy a hacer", comentó en declaraciones que recoge el 'Philadelphia Inquirer'.

Parece que incluso ya ejerce como representante de un equipo cuyo futuro más cercano dista mucho de pelear por el anillo. "No hay que poner ningún tipo de presión sobre la franquicia a la hora de hacer un movimiento o tomar una decisión. Si ocurre algo, es lo que Dios quiere. Si no, voy a seguir aquí con ellos, cabalgando juntos. No veo baloncesto universitario, pero si tengo que hacerlo, lo haré", explicó.

A su vez, y a raíz de las últimas acusaciones aparecidas en un libro recién publicado en el que se destaca que estaba borracho en aquella célebre rueda de prensa del 'practice' (entrenamiento) allá por 2002, anunció que prefiere no seguir defendiéndose. "Ni siquiera saben nada sobre ti, ni se preocupan. ¿Por qué deberías preocuparte tú? Estoy harto de defenderme. No lo voy a seguir haciendo. ¿Por qué debería molestarme alguien hablando negativamente de mi si ni siquiera me conoce?", se preguntó.