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ENTREVISTA CON LETICIA ROMERO

"Yo quería ser futbolista, mi jugador favorito es Iniesta”

Con sólo 20 años ya es una de las estrellas del baloncesto español. Acaba de enlazar dos metales en Europeos: bronce con la absoluta y oro con la Sub-20... MVP incluido.

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"Yo quería ser futbolista, mi jugador favorito es Iniesta”

Leticia Romero (Las Palmas, 28 de mayo de 1995) acaba de conseguir el oro europeo con la selección Sub-20, un torneo en el que fue designada MVP. Ahora, tiene ante sí unas semanas para desconectar y descansar en su tierra antes de poner rumbo a finales de agosto a Estados Unidos. Juega en la Universidad de Florida State. Su próximo reto, intentar ser la primera jugador española en ganar la NCAA. Habló con AS sobre lo vivido este verano, de la situación del deporte femenino en España y mucho más.

En el pasado Europeo Sub-20, se le vio muy cómoda en el papel de líder del equipo.

—Es una generación que conozco bastante. Llevamos juntas muchos veranos. Somos como una gran familia, una piña. Pero una sola jugadora no lleva el peso del equipo, sino que se comparte entre todas. Esa es un poco la clave de nuestro éxito.

—Lleva dos veranos doblando con la Sub-20 y la absoluta. Parece que no para…

—Es un cambio de chip, de una Selección en la que mi objetivo es aprender con pocos minutos a tomar responsabilidades y hacer de líder. Al principio cuesta, pero mis compañeras me lo han puesto muy fácil. A veces te cansa, ¡parece que no tienes vacaciones! Pero no lo cambiaría por nada. Cada experiencia es una maravilla. Aprendes muchísimo, ya no sólo por el viajar, sino que conoces otra gente, diferentes culturas…

¿Es Leticia Romero el futuro de la absoluta?

—(Ríe). Yo creo que hay futuro asegurado en la absoluta, pero por todas las jugadoras que vienen pisando fuerte desde abajo. Queremos seguir dando más alegrías al baloncesto español.

—¿Cómo lleva una chica de 20 años tener tanta presión desde hace tanto tiempo?

—La verdad es que me lo tomo con tranquilidad. No soy una persona que se estrese demasiado. No lo tomo como una presión: me encanta el baloncesto, disfruto con ello.

¿Qué es lo que hace en su día a día cuando está en Florida State?

—Florida supone un gran cambio comparado con Kansas. Hace mucho más calor, el clima es más parecido al de las Canarias. Y luego allí hay de todo. El campus es enorme, incluso tiene un cine propio, a una hora tienes la playa. Puedes hacer de todo, aunque tampoco es que tengamos mucho tiempo entre las clases, los entrenamientos y los partidos. La clave es organizarte, si lo consigues te lo pasas muy bien.

Hablando de Kansas. Le costó poder salir de Kansas State...

—Ese fue uno de los peores momentos de mi carrera. El hecho de no saber qué hacer, de no poder salir de allí, tantos problemas fuera de la cancha que al final te terminan quemando. Al final se pudo solucionar y cambiarme. Estoy muy, muy contenta donde estoy ahora mismo. Me quedan dos años para disfrutar a tope.

¿Piensa en ganar la NCAA?

El objetivo es ese. Tenemos un equipo para pelear por meternos en la Final Four y vamos a darlo todo este año para llegar a ella.

—Siete jugadoras de la Sub-20 están en la NCAA. ¿Juegan tan bien porque están allí o están allí por lo bien que juegan?

—(Vuelve a reír) Nos hemos ido allí por cómo estaba la situación aquí, donde la Liga no está muy bien. Allí tenemos la oportunidad de estudiar una buena carrera y a la vez formarnos en el baloncesto, donde el nivel es altísimo.

—En verano el baloncesto femenino vive un boom en España. ¿Se acerca en algo a la repercusión de la que goza en Estados Unidos?

—Parece que la gente lo sigue más, que aparece ahora más en los medios. El éxito de las selecciones ayuda a enganchar. El cambio se nota, pero en Estados Unidos el tema de espacio en los medios, de organización... todo está a otro nivel. Incluso en la liga universitaria ves los pabellones llenos ¡y eso que las entradas no son baratas! Se nota que hay bastante apoyo.

—Y el deporte femenino en general, ¿cree que se valora aquí lo suficiente?

—Hay muchas deportistas femeninas que se merecen una mayor cobertura y que se valore más lo que hacen. El deporte femenino español está consiguiendo muchísimas cosas. Hay nombres como el de Mireia que salen mucho, pero creo que hay que dar aún muchos pasos adelante en este tema. Poco a poco se puede ir consiguiendo.

Ángela Salvadores se irá después del verano a Duke. ¿Qué consejo le manda?

—Que disfrute muchísimo e intente adaptarse lo mejor posible. Es una experiencia maravillosa si vas con ganas. Y sobre todo que no tenga miedo a nada, las americanas tienen un juego muy físico, pero el juego español se complementa perfectamente. Ella tiene calidad suficiente para hacerlo muy bien en Estados Unidos.

Con todo esto, ¿cómo es posible que con la actual situación de la Liga Femenina se consigan al mismo tiempo tantos éxitos con las selecciones?

—Es un trabajo de todos. De las jugadoras, de los clubes que cuidan la cantera de manera espectacular y también de la FEB, que está invirtiendo tanto en el baloncesto femenino. Ese cúmulo de circunstancias es el que hace que haya tanta calidad en España.

—¿Qué dice de la WNBA?

—Es una de esas cosas que me gustaría probar si llega, pero no es un objetivo que tenga fijado. Si llega la oportunidad habrá que vivirla.

—¿Cómo lleva las comparaciones con Ricky Rubio?

—(Ríe) Ojalá pudiera parecerme mucho a él. Su estilo es más imaginativo, esos pases que da… pero es un orgullo que te puedan comparar con alguien tan bueno como él.

Aunque usted es capaz de hacer unos rectificados que le mantienen suspendida en el aire durante varios segundos. ¿Dónde se aprende eso?

—No lo sé. La verdad es que físicamente he mejorado este año en Estados Unidos y eso me ha ayudado en el juego. Pero tampoco lo veo como nada del otro mundo.

¿Sigue la NBA y/o a algún jugador en particular?

—Veo algún partido, pero no la sigo mucho. No tengo un jugador especial, me gustan Kobe y LeBron, y desde hace muchos años me fijo mucho en Tony Parker. Me gusta como base, es un jugador muy inteligente.

 —Y ahora, ¿qué hará durante las vacaciones?

—A finales de agosto volaré a Estados Unidos para empezar la pretemporada con Florida State. Y en mi tiempo libre me gusta hacer cualquier cosa, aunque el hecho de vivir en Canarias me incita a ir a la playa. Poder estar allí con las amigas es una de las cosas que más me gustan. Y si hay que jugar al vóley playa o al tenis se hace sin problemas.

—Tengo entendido que quería ser futbolista…

—Sí. Cuando era pequeña había mucho fútbol en mi familia. Mi padre y mi hermano jugaban y yo me enganché un poco. Empecé en la escuela de Agüimes (su localidad) y quise seguir. Pero al no haber equipo de chicas y como los partidos empezaron a ser más serios me dio por el baloncesto. Había un equipo mixto. Me gustó mucho, empecé a jugar y parece que no salió mal.

—Y entonces su equipo y jugador favorito son...

—Me gusta mucho Iniesta. Viviendo en Estados Unidos no sigo tanto la Liga como antes, pero siempre que hay partidos importantes de Champions o un Madrid-Barça los veo. Siempre he ido más con el Madrid, aunque hay muchos jugadores que me gustan del Barcelona. No soy una fanática ni nada por el estilo. En baloncesto sí que soy más del Madrid. Y también habrá que apoyar ahora a Las Palmas ya que han subido a Primera.