Que los Sixers, de la mano de su general manager Sam Hinkie, están llevando a cabo un proceso de reconstrucción a largo plazo es de sobra conocido. Ahora bien, parece que tampoco les importa regalar el dinero. Y es que, tras haber cortado esta madrugada al veterano alero Gerald Wallace, resulta que los dos jugadores que mayor dinero percibirán esta temporada de la franquicia de Philadelphia no disputarán ni un solo minuto con los Sixers. A los 10,1 millones de dólares que tiene garantizados este curso el ex de los Celtics (donde apenas ha jugado los dos años anteriores), hay que sumar los 12 de la nómina de un JaVale McGee que fue cortado en marzo de este año tras disputar un total de 61 minutos en 6 partidos con los de Brett Brown.

El derroche no acaba aquí. Joel Embiid (quien ganará este año algo más de 4.600.000 dólares sin siquiera debutar en la NBA) quedó excluido del seguro NBA al haberse lesionado antes de ser drafteado. Esto significa que los 9 millones que tiene garantizados en sus dos primeras campañas deben proceder del bolsillo de los Sixers. Y pese a ello, apenas tienen comprometidos en salarios algo más de 55 kilos para la 2015-16. La juventud de su plantille les permite ser el tercer equipo que menos se gasta en nóminas.