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New York Knicks, la ilusión en el Madison: Carmelo Anthony ha vuelto

Los fichajes de Afflalo y Lopez, junto con la llegada de Kristaps Porzingis y la salud de su estrella han devuelto la fe a Manhattan. El Objetivo, luchar por los playoffs.

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New York Knicks, la ilusión en el Madison: Carmelo Anthony ha vuelto
ELSA AFP

"He vuelto; aquí estoy”, palabras que salieron nada más comenzar la pretemporada de la boca de Carmelo Anthony y que los seguidores de New York Knicks llevaban más de siete meses esperando (el tiempo que hace que el alero no se viste de corto en partido oficial). Superar las 17 victorias de la temporada pasada no parece que vaya a ser un problema, pero el objetivo real (los playoffs), por plantilla y por lo que significa la franquicia, debería ser bastante más complicado.

Phil Jackson se ha movido bien durante el verano. Si bien es evidente no ha conseguido a la gran estrella que muchos esperaban, sí ha firmado algunas piezas de valor más que probado en la Liga que ayudarán a luchar por cada uno de los 82 partidos, y, sobre todo, a hacer equipo, a encontrar una identidad que los Knicks llevan demasiado tiempo buscando. Robin Lopez, Arron Afflalo y Kristaps Porzingis son los tres nombres más importantes que aterrizan este curso en el Madison Square Garden, dos veteranos preparados para la guerra y un rookie que tendrá que abrocharse bien el cinturón. Sin embargo, tan importantes como ellos pueden ser los que aparecen tras la primera fila: Kevin Seraphin, Kyle O’Quinn, Derrick Williams, Jerian Grant y Sasha Vujacic. Todos tendrán que aportar.

Roma no se conquistó en un día: el roster está repleto de jugadores nuevos e importantes en todas y cada una de las posiciones (motor diésel). No obstante, con Anthony sano y en forma, los knickerbockers tendrán sus opciones en una Conferencia Este que crece muy poco a poco (sin meter tercera). Están lejos de los mejores, pero, en su lado del cuadro, con las ideas medio claras y un poco de suerte se puede luchar por la sexta plaza ¡Hello New York!

Tras la versión optimista, hay que enfrentarse a una realidad algo más cruda: los Knicks solo han conseguido acabar con récord positivo en tres de las últimas 14 campañas (2011, 2012 y 2013, las tres primeras de Carmelo Anthony). Las victorias en Manhattan no llueven: hay que sudarlas. Y esa es precisamente la filosofía con la que el español José Manuel Calderón y el resto de integrantes de la plantilla tendrán que agarrarse a los parqués de toda la Liga, noche tras noche.

Derek Fisher encara su segundo año como técnico jefe en La Meca del baloncesto y el margen se empieza a estrechar; hasta esos famosos que copan habitualmente las primeras filas del Madison están cansados de que el equipo no pare de perder. La capital del mundo necesita alegrías vestidas de color naranja. Y las necesita ya.

Juego exterior

Con las incorporaciones, parece que Carmelo Anthony dejará de probar el puesto de cuatro. La estrella, que espera volver por sus fueros y poder llevar a los playoffs a estos nuevos Knicks, estará flanqueada por José Manuel Calderón y Arron Afflalo en el quinteto titular (en principio). El español tratará de llevar el timón de la ofensiva y el ex de la Universidad de California será la segunda opción exterior del ataque. Será de vital importancia que ambos sean capaces de anotar tiros exteriores desde el lado débil; hay que aprovechar la atención que siempre atrae un jugador de la calidad de Anthony.

Desde el banco, Sasha Vujacic, Jerian Grant, Langston Galloway y Derrick Williams (como Carmelo, parece que se limitará a jugar de alero) serán los encargados de aportar puntos desde fuera. La capacidad innata que posee el rookie para entrar a canasta y finalizar o doblar el balón será la mejor baza del banquillo neoyorquino junto con los puntos de un muy mejorado Derrick Williams. Galloway ya demostró el curso pasado que sabe sacar las castañas del fuego y Vujacic tiene enamorados a Fisher y a Carmelo con su conocimiento del famoso triángulo. Recordemos que fue compañero de equipo del técnico en aquellos Lakers de Phil Jackson y Pau Gasol (dos anillos). Los Knicks poseen un juego exterior equilibrado en el que el mayor problema debería ser la defensa de los bases más rápidos de la NBA.

Juego interior

Un juguete nuevo. Así se podría definir tanto a Kristaps Porzingis, número cuatro del último Draft y gran esperanza de los Knicks de cara al futuro, como al juego interior del equipo en general. Junto al ala-pívot letón, un defensor probado como Robin Lopez y lo que puedan aportar la clase de Kyle O’Quinn y las ganas de Kevin Seraphin desde el banco. Cuatro jugadores muy diferentes y con capacidad potencial para funcionar en el mismo equipo. Queda por ver el resultado real.

Porzingis es uno de esos jugadores que si evolucionan bien y evitan lesiones graves podrían llegar a marcar una época. Un 2,16 con capacidad para anotar desde cualquier sitio de la cancha gracias a una muñeca privilegiada. Tiene toda la vida por delante para mejorar, ganar peso (músculo), que ha sido una de sus fijaciones durante el verano 2015, y aprender a jugar de espaldas. Por sus aptitudes y lo que hemos podido ver en los encuentros de pretemporada, los puntos no van a ser un problema: se levanta por encima de cualquiera. Sin embargo, su defensa y su capacidad reboteadora están todavía en fase beta. Lo mejor de todo es que no le faltan ganas. Lleva meses dando que hablar por su formidable ética de trabajo, una de las cualidades más preciadas en el mundo del baloncesto actual. Es un juguete nuevo y muy trabajador. El juicio ha de ser paciente, puede que le cueste más de una temporada empezar a destacar.

Claves

1. La salud de Carmelo Anthony. La estrella de los Knicks se operó de la rodilla el curso pasado y parece listo para volver a ser determinante. Sin sus puntos y su habilidad para decidir encuentros igualados, los de Manhattan se quedarían prácticamente sin opciones de volver a los playoffs.

2. El movimiento de balón. También toca de lleno al jugador más importante de la franquicia. Melo es lo que en EEUU llaman un ball stopper. Su capacidad para anotar en el uno contra uno hace que el balón se frene cuando llega a sus manos. En la NBA actual el movimiento de cuerpos es clave.

3. El banquillo. Jugadores como Vujacic, O’Quinn o Derrick Williams (su pretemporada ha sido soberbia) deberían ser muy importantes. Los triunfos de equipos como Spurs y Warriors han dejado claro que los cruces de suplentes sobre la cancha también pueden marcar diferencias.

Entrenador: Derek Fisher

Segunda campaña con las riendas del banquillo knickerbocker para Derek Fisher. El ex de los Lakers cuenta con toda la confianza de un Phil Jackson que parece que este año estará más cerca del técnico para ayudarle en todo lo que éste necesite. Nueva York es una plaza complicada: las expectativas siempre son altas, y más ahora que llevan años sin regalar alegrías. Fisher probó con el triángulo y fracasó, pero lo cierto es que hubiera sido difícil triunfar la temporada pasada independientemente del sistema elegido. Con los nuevos jugadores, el técnico tiene que encontrar la fórmula correcta. El tiempo vuela y el fracaso no existe en el vocabulario del Maestro Zen. La paciencia de la afición también juega en su contra. Las piezas han de encajar.

Estrella: Carmelo Anthony

En forma. El alero sabe que los años pasan y que las lesiones no ayudan. Parece preparado para realizar una de las mejores campañas de su carrera. Cuando está bien es imparable. Puntos, puntos y más puntos desde cualquier punto del parqué.