PISTONS 98 - BULLS 94

Drummond (20-20) acaba con los sueños de Gasol y Mirotic

El alero acabó el partido con 22 puntos y pívot logró un doble-doble (16 puntos y 12 rebotes). Rose tuvo la victoria en sus manos.

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Buenas defensas y también poco acierto. Los Bulls intentaron colocar un 3-0 en su casillero que no ven desde la 96/97 (lo tuvo Derrick Rose; se quedó en un sueño), pero fueron unos Pistons muy serios los que lo consiguieron. El Palace Of Auburn Hills sonríe. Andre Drummond y Reggie Jackson lideran a un grupo joven que, con este puñetazo en la mesa, manda un aviso a toda la Conferencia Este: quieren jugar playoffs.

Serios atrás y tocados por una varita en ataque: sus cinco titulares ya habían sumado en los cuatro primeros minutos. Así empezaron los locales. Solo Pau Gasol (16 puntos y 12 rebotes) y Nikola Mirotic conseguían anotar contra la fortaleza de Van Gundy (entre los dos metieron los 15 primeros puntos de los Bulls). Jackson (22+7+7) dirigía el tráfico a su antojo, asistiendo para que esa fuerza de la naturaleza de apellido Drummond machacara en la pintura. Sin embargo, un 9-0 de parcial devolvió al partido a unos Bulls que jugaban mejor con Aaron Brooks que con el enmascarado Rose (19-19). Tras el primer descanso, Detroit continuó con su defensa asfixiante y los visitantes colaboraban: previsibles, demasiadas faltas en ataque. Aun con todo, al intermedio se llegó con los de Illinois por delante 39-35, pero el ataque fluido que habíamos visto en los dos primeros partidos no existía (entre Rose y Jimmy Butler, que acabó con 23 puntos, 9-32 en los tiros).

La bomba fue Marcus Morris (26 tantos). El gemelo, que fue traspasado a Detroit este verano (dio que hablar, su hermano Markieff llegó a pedir el traspaso por ello), se sacó de la chistera un cuarto que hubiera firmado cualquiera de los más grandes: 15 puntos de todos los colores, 10 de los primeros 18 de los Pistons fueron suyos (6-18 de parcial). Los de Detroit despegaron momentáneamente (45-53), pero Mirotic, que es el Bull con más facilidad para ver el aro (22 puntos), lideró el contraataque de unos visitantes (parcial de 11-2) que no se iban a ir del Palace sin una buena pelea. Todo para los 12 últimos minutos, que luego serían 17.

Apareció Rose. El base llevaba todo el partido perdido, sin anotar ni un solo punto, pero salió al rescate de su equipo en el momento más importante del encuentro. Ocho puntos en un último cuarto de toma y daca que el propio Rose pudo decidir sobre la bocina: erró y el choque se marchó a la prórroga.

El tiempo extra se lo comió Drummond. El joven pívot, crecido sin Monroe a su lado, fue un grano en el culo para los interiores de los Bulls durante todo el partido, especialmente para un Gasol que se limitó a tirar de muñeca. Sus puntos y rebotes fueron decisivos en una prórroga sentenciada por el 7-0 inicial de los locales. La bestia acabó con 20 puntos, 20 rebotes y dos tapones en 39 minutos. Ni un pequeño problema de faltas al inicio le arrebató la concentración. Tres dobles-dobles en tres partidos y tres victorias para unos Pistons que no se veían en una así desde 2009. Stanley Johnson (7 puntos y 4 rebotes) no jugó mucho (12 minutos), pero su presencia se nota en cuanto pone un pie en el parqué: recibió en el poste por primera vez y mandó a Brooks al suelo en un intento de and one que acabó anulado. Otra bestia. Ojo, que quieren playoffs.