Showtime en Los Angeles. Los Clippers sobrevivieron en el Staples al último arreón de unos Sacramento Kings que incluso tuvieron un triple para empatar el encuentro a poco más de 30 segundos del final (falló Rudy Gay con 110-107). DeMarcus Cousins, que aseguró hace unos días que "odia a los Clippers", tuvo que retirarse del encuentro por unos molestias en el talón de aquiles y será evaluado día a día.

DeAndre Jordan (15 puntos y 18 rebotes) y, sobre todo, Blake Griffin abusaron del aro. Esta vez no hubo alley oops increíbles, pero sí un mate a lo Karl Malone del center y un par de barbaridades del ala-pívot. Griffin, que fue el mejor del encuentro, sumó un total de 37 puntos y añadió 9 rebotes y seis pases de canasta: cada día es mejor jugador.

Los Clippers fueron perdiendo gran parte de la primera mitad, pero liderados por un par de big plays de Lance Stephenson (que para eso casi siempre está), se pusieron por delante al filo del descanso y ya nunca miraron atrás. Al final, y no sin pasar un mal rato, Chris Paul (17 tantos y 11 asistencias) salió victorioso de un duelo de bases en el que Rajon Rondo volvió a recordar al de sus mejores años en Boston. El point guard anotó 21 puntos (9-17 en los tiros) siendo agresivo (como dijo que quería jugar tras la primera derrota de la temporada) y también tuvo tiempo para para dar ocho asistencias y capturar cinco rebotes: buena noticia para unos Kings que se colocan con un récord de una victoria y dos derrotas, las dos contra los Clippers.